El 4 de septiembre de 1964, Eduardo Frei Montalva fue electo presidente con una de las más altas votaciones que haya tenido un mandatario en Chile. Bajo el lema de “Revolución en Libertad” gobernó durante seis años con el objetivo de realizar importantes cambios en diferentes ámbitos del país.
El día 4 de noviembre de 1970, Eduardo Frei Montalva entrega el mando de la nación a su sucesor en la presidencia, Salvador Allende Gossens (1970-1973), cerrando un período de seis años de gobierno. Años antes, el falangista había ostentado otros cargos públicos como ministro y parlamentario. En el siguiente Destacado del Mes de Casa Museo EFM, repasaremos aquellos años de carrera política que culminaron con la histórica era presidencial de Frei Montalva.
Luego de estudiar Derecho en la Universidad Católica y de emprender su primer viaje a Europa, realizó diversas labores, ejerciendo como profesor universitario, procurador en el estudio de abogados de José Ramón Gutiérrez, y colaborador en diversos periódicos del país. Paralelamente, el ex Presidente se embarcó en la escritura de libros, los cuales reflejaban sus acercamientos a la política y los estudios de la sociedad.
Siendo aún muy joven, en 1936, fundó la Falange Nacional que 21 después pasó a ser el Partido Demócrata Cristiano de Chile – la Democracia Cristiana (1957) -, que lo llevó a convertirse en uno de los principales políticos de su época, con gran reconocimiento a nivel nacional e internacional, y gozar de un amplio cariño por parte de la gente.
“Este movimiento y este hombre que está aquí para hablarles,
representa la realización de grandes tareas en el porvenir de la Patria.
Tareas que significan una revolución en libertad.
Una transformación profunda para Chile”.(Discurso de la Patria Joven) [1]
El mayor legado del ex presidente Eduardo Frei Montalva fue, sin duda, su carrera presidencial: se trata del primer democratacristiano en llegar a La Moneda, encabezando profundas transformaciones que contribuyeron decisivamente en el avance de Chile a la modernidad, y cuyas huellas y efectos persisten hasta el día de hoy [2].
Su programa de gobierno, “Revolución en Libertad”, incorporó cinco pilares esenciales: el desarrollo económico, la educación y enseñanza técnica, solidaridad y justicia social, y, finalmente, la participación política y soberanía popular. Para ello, el presidente tuvo que dirigir los cambios estructurales más grandes que había experimentado la sociedad chilena del siglo XX. Así, dentro de estas reformas estructurales, destacaron la Reforma Agraria, Chilenización del Cobre y la Promoción Popular. Además, fue pionero en planes de vivienda social, promotor del fortalecimiento de la sociedad civil y ferviente impulsor de la erradicación de la pobreza.
Las demandas por una reforma al sector agrario se venían escuchando desde inicios del siglo XX. No fue sino hasta el gobierno de Jorge Alessandri (1958-1964) que la idea comenzó a tomar forma y, por consiguiente, poco a poco se dieron solución a dichas problemáticas.
Sin embargo, cuando Frei llegó a la presidencia, el proceso tomó un nuevo y renovado impulso: el programa reformista del nuevo gobierno buscó la modernización del mundo agrario mediante la redistribución de la tierra y la sindicalización campesina. Para este objetivo se promulgó una Nueva Ley de Reforma Agraria Nº 16.640 y la Ley Nº 16.625 que permitió la sindicalización campesina.
Así, la Reforma Agraria significó una de las transformaciones más radicales en el mundo agrícola y rural chileno. Su principal objetivo fue establecer una forma de explotación de la tierra socialmente justa, eficiente y moderna, por medio de un amplio marco legal que llego a atravesar tres gobiernos del siglo XX.
Con su programa de gobierno, Eduardo Frei Montalva se propuso la chilenización del cobre. Esto permitió no solo la intervención chilena en la propiedad y dirección de la gran minería del cobre, mediante la asociación con el capital extranjero, sino que además, un aumento importante en la producción.
Para el gobierno del ex Presidente Frei, fue esencial que el Estado adquiriera la propiedad del cobre y que las empresas norteamericanas concedieran un extenso plan de inversiones para incrementar la producción de este metal, principal fuente de riqueza del país. Asimismo, se buscó mejorar la capacidad de refinar el cobre y las condiciones laborales de los trabajadores.
De esta manera, la chilenización del cobre se logró con la presidencia de Frei Montalva el 25 de enero de 1966, gracias a la Ley Nº 16.425, que consistió en la adquisición por parte del Estado de un porcentaje de acciones de las grandes compañías a través de contratos ley. Luego, en 1969, con la “nacionalización pactada”, encabezada por el ministro Alejandro Hales, se compró la mayoría de las compañías y su control pasó al Estado.
Sin embargo, el alza del precio del cobre y las altas utilidades que trajo la asociación con el capital extranjero para corporaciones norteamericanas, el proceso generó un debate al interior de las fuerzas políticas de la época, obligando al gobierno a establecer una nacionalización pactada.
En diciembre de 1964, cuando cumplía un mes en el escritorio presidencial del Palacio La Moneda, el ex Presidente Frei Montalva convocó a cerca de 200 dirigentes populares y campesinos para presentar el programa de Promoción Popular, que abordaba el tema de la marginalidad y la exclusión, buscando empoderar a las distintas organizaciones comunitarias y así, fomentar la participación de los sectores populares, tradicionalmente marginados del quehacer político y social.
En la práctica, el objetivo era incorporar a toda la población a la comunidad en una participación activa de la gestión de sus necesidades, dejando atrás el paternalismo estatal. Para lograr ese fin, Frei Montalva aumentó la creación de organizaciones vecinales, corporaciones deportivas y sociales, centros de madres, capacitaciones, gremios, entre otros.
Todo este trabajo se tradujo en la Ley de Juntas de Vecinos y Organizaciones Comunitarias – o Ley Nº16.880 – de 1968 que le dio un cuerpo legal a las organizaciones y mejoró la infraestructura comunitaria mediante la pavimentación de caminos, renovación del alumbrado público y mejoramiento de alcantarillados, entre otros.
“Existe un legado hasta nuestros días, estrechamente ligado a la promulgación de la Ley Nº 16.880 (…), y es que el profundo cambio social que dio inicio al fin de la exclusión de casi el 50% de la sociedad chilena, que no sólo vivía en condiciones de marginalidad, sino que además permanecía ajena a las decisiones y beneficios de una sociedad democrática”. [3]
Abogado, periodista, político, ciudadano. Eduardo Frei Montalva, Presidente de Chile entre los años 1964 y 1970, es, por cierto, un hombre de amplios legados tanto en nuestro país como en el extranjero.
Con la elección de 1964 superó ampliamente los esquemas partidarios, atrayendo a gran parte de la juventud chilena con sus ideales humanistas. Fuera de Chile, su victoria presidencial fue vista con gran interés, pues se trataba de un experimento político prometedor, que surgía como una alternativa al capitalismo y al socialismo en el polarizado ambiente de la Guerra Fría.
Durante su gobierno lideró una reforma estructural del país, creando cooperativas, organizaciones, sociedades, etc. Todo a favor de enfrentar los problemas que afectaban a los sectores marginalizados. Creó viviendas y centros hospitalarios; se promulgaron reformas educativas y se construyeron miles de escuelas; se amplió e institucionalizó el desarrollo industrial mediante la inversión y la creación de la ODEPLAN (Oficina de Planificación Nacional); se recuperó el cobre y se aumentó su producción; se mejoró la productividad de la tierra y la condición campesina; mantuvo relaciones diplomáticas con una gran cantidad y diversidad de países, y en Chile, si bien llegó a lograr un 76,6% de aprobación, mantuvo tensas relaciones con el Ejército, llegando a liderar la oposición a la dictadura.
“Veo con claridad que grandes tareas y riesgos nos esperan, pero tengo también plena confianza en la capacidad profunda del chileno para tomar conciencia de su destino y salir adelante. Por eso, desde lo más profundo de mi corazón, doy gracias a Dios que me ha permitido participar en este momento de nuestra historia”.
[1] Extraído de Memoria Chilena, www.memoriachilena.cl
[2] Consultado en: Couso, J. (2016). El pensamiento político de Eduardo Frei Montalva. En: Couso, J., C. Huneeus (Eds.), Eduardo Frei Montalva: Un gobierno reformista. A 50 años de la “revolución en libertad”. Chile: Editorial Universitaria.
[3] Disponible en: Casa Museo Eduardo Frei Montalva. Link: https://www.casamuseoeduardofrei.cl/las-voces-aisladas-no-se-escuchan-50-anos-de-la-ley-de-juntas-de-vecinos/
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