Objeto del mes: Institucionalidad para la ciencia y tecnología

1 de April de 2014

El compromiso de Frei Montalva con el desarrollo de la ciencia y tecnología quedó establecido durante su gobierno con la creación de organismos como la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT (1967) y el Premio Nacional de Ciencias (1968).

El especial enfoque de la administración de Eduardo Frei Montalva en el desarrollo de la ciencia y la tecnología se puede comprender a través del interés que el ex Mandatario sostuvo por dichos temas a lo largo de su vida. Desde su perspectiva intelectual y política, el desarrollo científico y tecnológico de una nación debía ser parte de una visión estratégica, y además asumirse como política de Estado, para lograr el paso necesario que Chile requería en los ’60 para ser una nación desarrollada.

En este contexto, desde el período de la campaña presidencial de 1964 hasta el final de su gobierno, se puede rastrear a través de sus discursos y escritos la importancia que tienen la ciencia y la tecnología en el desarrollo de la nación, reflexiones expuestas en diferentes discursos disponibles en el Archivo Histórico de Casa Museo.

Durante la campaña presidencial se realizaron diferentes congresos temáticos, abiertos y públicos, como el “Congreso de Artistas e Intelectuales” (17 al 20 de octubre de 1963). En las conclusiones se estableció que la labor de la ciencia y la tecnología debe estar en un marco de un humanismo integral, en armonía vital entre la ciencia y la sabiduría cristiana. En términos concretos propone además la creación de un Gran Consejo Nacional de Fomento de la Investigación Científica y Técnica, constituido por personalidades representativas de las ciencias naturales y humanistas. La labor de este organismo sería asesorar en las prioridades en la investigación y aplicación de las ciencias en nuestro país, generar mecanismos para la distribución y adquisición de recursos y fondos económicos, como también la distribución de becas y representaciones a congresos internacionales, junto con otorgar premios y honores a quienes se distinguen en estas actividades” (1).

En este contexto, Eduardo Frei Montalva, no sólo como candidato sino como intelectual, considera que la “Revolución en Libertad” incluye a la cultura, la ciencia y la tecnología en todas sus manifestaciones, del mismo modo como el “Plan de Promoción Popular” y la “Reforma Educacional” promovían una alfabetización y humanización necesarias para una sociedad moderna.

Por otro lado, el ex Mandatario perteneció a una generación testigo de los logros científicos y médicos a lo largo del siglo XX, expresando en su programa: “La ciencia y la técnica están ya preparadas para dar a las grandes multitudes humanas el alimento, la salud y la dignidad material. Son valores que están al alcance de las naciones grandes o pequeñas… lo que es ya posible en el mundo a pesar de los graves problemas internacionales, es también posible en Chile” (2). Para Frei, Chile necesita avanzar hacia una producción industrial elaborada desde el aprovechamiento de sus recursos naturales: mar, minas, bosques, ríos, carbón y eventualmente petróleo, reservas de energía que denomina “base de las moderna civilización” (3).

Ciencia y tecnología como pilares para el desarrollo

Al comenzar su gobierno, en 1964, Eduardo Frei Montalva dio inicio a la creación de una comisión científica que tuviera el rango de organismo asesor en estas materias. Asimismo en 1965, participó en el acto inaugural de la “Conferencia sobre Ciencia y Técnica para América Latina”, expresando en su discurso: “Es en los laboratorios donde se libran las más grandes batallas por la libertad, el progreso, el poder y la dignidad del hombre. Debe ser, pues, tarea fundamental de los Gobiernos darle al esfuerzo científico y tecnológico la prioridad y jerarquía que le corresponden en nuestro mundo, y mantener las corrientes de información y los hombres capaces de traducirlas, explicarlas e inyectarlas en todo el proceso de nuestras sociedades” (4).

Uno de los primeros logos de Conicyt.

Uno de los primeros logos de Conicyt.

Con estas acciones se busca que la ciencia y la tecnología aporten al desarrollo económico no sólo de la nación, sino de todo el mercado latinoamericano, el cual, visto en su conjunto, se estimaba para la década de los setenta en alrededor de 50 millones de habitantes. En el discurso que realiza en la plaza “Simón Bolívar” de Bogotá, Colombia, Frei expone lo vital de esta tarea de integración latinoamericana, “¿Por qué nos reunimos? Porque queremos ver surgir en nuestras naciones un común esfuerzo creador en los campos de la investigación científica y de sus aplicaciones tecnológicas lo que no será posible sin una ancha base que permita sostener los institutos de alto nivel capaces de alimentar nuestra acción y dar oportunidad a nuestras juventudes” (5) .

Por otro lado, el 26 de abril de 1967 el ex Presidente firmó el Decreto Supremo a través del cual se creó la “Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica”, labor que quedó entonces en manos del entonces Ministro de Educación, Juan Gómez Millas. Un antecedente previo es el proyecto Decreto del 10 de diciembre de 1966, dependiente de la Secretaría y Administración General del Ministerio de Educación, para crear una Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, como organismo asesor para formular y desarrollar política en fomento de investigación científica, estimular su desarrollo, con el objetivo de evitar la fuga de recursos humanos, explotar el potencial material y recursos naturales de nuestro país (6). Fue este proyecto el que se firmó con modificaciones en 26 de abril de 1967, para ser luego publicado en el Diario Oficial (7).

A las tres semanas de su creación, CONICYT ya estaba trabajando. En su primera sesión, fechada el 17 de mayo de ese mismo año, se crearon tres secciones o áreas: ciencias humanas, ciencias exactas y ciencias biológicas, teniendo como objetivo estudiar sus temas, desarrollar sus objetos de estudio e interrogantes que se plantean en cada área, siendo el primer presupuesto anual de 1.000.000 escudos, distribuidos en proyectos de investigación, becas, viajes para científicos, reuniones en Chile, difusión y gastos de operación (8).

Las becas serían destinadas para estudios de postgrados en Chile, con un monto máximo de 2.000 escudos anuales. Las primeras siete becas se entregaron en octubre de ese mismo año (1967), por un monto de 1837,62 escudos anuales, aumentando a 875 becas en 1970 y 81 proyectos de investigación (9). Para el período 1967 y 1970 se aprobaron 53 proyectos de investigación, adquisición de material para laboratorios universitarios, el financiamiento de cuatro congresos nacionales relacionados con ciencias, viajes al exterior de investigadores y un inventario nacional del estado de la ciencia y la investigación (10).

El 14 de febrero de 1968, se publicó en el Diario Oficial la Ley 16.746 otro ítem importante: el Premio Nacional de Ciencias, reconociendo además la existencia legal de la comisión. Asimismo, el Centro Nacional de Información y Documentación, CENID, que dependía hasta esa fecha de la Universidad de Chile, pasa a ser parte de CONICYT por su interés nacional (11). Ese mismo año además, se realizaron seminarios regionales sobre ciencia y tecnología: “Seminario sobre la estrategia del desarrollo de la investigación Científica y tecnológica en la región del Bío-Bío” (Concepción, octubre) y “La investigación científica y tecnológica en la región De Valparaíso y Aconcagua”, (diciembre de ese mismo año) (12).

CONICYT además empezó a organizar la especificidad del trabajo de las áreas de Fomento y Coordinación en diferentes disciplinas científicas, sectores institucionales, sectores de actividades y regiones del país. Esto llevó a la creación de subcomités técnicos especializados en Cobre, Ciencias del Mar, Tecnología de Alimentos y Matemáticas. Las acciones concretas de la Comisión alcanzan su intervención en la programación del presupuesto de Ciencia y Tecnología que realiza el Ministerio Hacienda y la Dirección de Presupuestos, al igual que en las áreas de Comercio Exterior y Comité Asesor de Créditos Externos. Asimismo la Comisión se incorpora al departamento de Asistencia Técnica Internacional de ODEPLAN, el cual por orden de la presidencia de la República se ejecutó de inmediato esta acción (13). De este modo el rol de CONICYT sería el desarrollar ese conjunto de conocimiento que llevaría finalmente a ser invertido en la producción y economía de la nación, en sintonía con la modernización de la industria a la que aspiraba la administración de Frei Montalva: “sin investigación científica fundamental no habrá formación de científicos y por lo tanto el país acrecentará su dependencia tecnológica” (14).

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Notas:

(1) La cultura durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Documento Casa Museo Eduardo Frei Montalva.

(2) Chile 1964-1970 – Proclamación de los profesionales y técnicos en el teatro Caupolicán, 18 de junio de 1964

(3) ibíd. p.17

(4) Discurso pronunciado en el acto inaugural de la Conferencia sobre Ciencia y Técnica para América Latina, septiembre de 1965. Obras escogidas, Pinochet de la Barra, O. pp. 318-321.

(5) Discurso en plaza Simón Bolívar, Agosto 1966. Colombia.

(6) Breve Historia de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica. Enrique Dellacasa. 1975.

(7) Ibíd. p. 2.

(8) Ibíd.p.3.

(9) Ibíd.

(10)Ibíd.

(11)Ibíd.p.6

(12)ibíd.p.12.

(13)Ibíd. p.17.

(14)Barahona, Discurso. Cit. por Dellecassa, p. 16.

 

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