Durante el gobierno de Eduardo Frei M. se reanudaron las relaciones con la URSS. Reflejo de esto son los íconos ortodoxos que decoran la biblioteca del segundo piso de Casa Museo.
La llamada Guerra Fría posicionó el mapa mundial en un complejo escenario, donde el Chile de entonces recién ocupaba un lugar. El gobierno de Eduardo Frei Montalva fue el primero en Chile posterior a la Segunda Guerra Mundial en reanudar las relaciones con los países socialistas de Europa del Este, siendo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) el principal actor socialista con quien se entablan vínculos.
Las relaciones se reanudaron el 24 de noviembre de 1964 (1), semanas después que Eduardo Frei M. asumiera el mando. Si bien se habían interrumpido en 1947, bajo la dirección de N. Khrushchev (1953-1964), la URSS comenzó una campaña de “coexistencia pacífica” (2) durante la cual instó hacia la vía socialista no-armada y comenzó a abrir lazos internacionales con países capitalistas.
En el contexto de la Guerra Fría las relaciones diplomáticas y/o comerciales entre los países, en particular con las grandes potencias imperantes -EE.UU y la URSS- señalaban una posición sesgada de acuerdo al panorama mundial, optando o simpatizando por el socialismo o el capitalismo. El caso de Eduardo Frei M. es excepcional, pues mantiene buenas relaciones con ambas potencias así como con sus países “aliados”.
Por otro lado, la URSS estaba profundamente interesada en la línea internacional del programa del ex Mandatario chileno, así como en su programa y la Revolución en Libertad.
Las relaciones con la URSS continuaron más allá del gobierno de Eduardo Frei M., hasta que la URSS suspendió las relaciones con Chile el 22 de septiembre de 1973, reanudándolas el 11 de marzo de 1990 (3).
Iconos Ortodoxos
La Embajada de Chile en Rusia se instaló en 1965, con Máximo Pacheco como máxima autoridad. Durante su estadía en la URSS le envió de regalo a Eduardo Frei M. un ícono ortodoxo de San Nicolás, el cual se exhibe actualmente en el escritorio del 2° piso de la Casa Museo, junto a otros dos que probablemente también fueron regalados por Pacheco.
Los íconos presentes en Casa Museo están ligados fuertemente a la tradición de la Iglesia Ortodoxa y del Imperio Bizantino. Al convertirse al cristianismo ortodoxo en los siglos X y XI, Rusia se transformó en un importante centro de confección de íconos, que son la refinación del arte cristiano primitivo, y poseen un valor didáctico y pedagógico (4). Sus temas relatan pasajes del nuevo y antiguo testamento, incluyéndose paulatinamente la vida y obra de los santos de la iglesia Ortodoxa.
Los íconos de la colección de Casa Museo tienen escritos en antiguo eslavo eclesiástico y exhiben los patrones y modelos típicos de la iconografía ortodoxa. El de San Nicolás muestra sólo los rostros y las manos de las personas que allí aparecen, pues el resto de la tabla está escondido por una cubierta repujada de plata. Tiene una inscripción en la parte inferior que Dice “San Nicolás Taumaturgo Mártir” (5), y muestra en la parte superior a Cristo y la Virgen, cada uno a su lado. Al reverso tiene una inscripción que detalla el regalo de Pacheco:
Esta sagrada imagen de San Nicolás se dona a su excelencia don Eduardo Frei Montalva, Presidente de la República de Chile, de parte de su Em. Monseñor Nicodim Rusnac. Arzobispo de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú en la Argentina y Sud América como bendición para su excelencia y todo el pueblo de Chile.
El ícono La Virgen y el niño pertenece a los llamados Theotokos, que en griego significa “La madre de Dios”, título otorgado a María durante el concilio de Efeso en el año 431. Los Theotokos son representaciones de María como madre de Jesús, los cuales tienen diferentes tipos y representaciones. El de Casa Museo representa una Virgen Odhigitría, que significa “la que muestra el camino” (6), indicando con su mano derecha a Jesús el cual porta en sus brazos.
La representación de la Virgen Odhigitría es la más antigua de los tipos de representaciones de la Virgen, siendo antiguamente exhibida por los pueblos cuando acontecía alguna catástrofe o invasión (7). Los personajes que aparecen a su lado son patriarcas y Santos de la Iglesia Ortodoxa.
Finalmente, El Cristo Crucificado muestra a Cristo en la cruz, a María y el niño a su derecha y San Nicolás a su izquierda. Sobre su cabeza está Cristo Pantocrátor, que en griego significa “todopoderoso”, bendiciendo sobre una nube. En la zona inferior, probablemente esté San Jorge y el dragón junto a un ángel, ambos a caballo.
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(1) Archivo Histórico Casa Museo. Carta fechada al 26 de noviembre de 1965, en donde mencionan que la reanudación fue publicada en varios diarios de Europa a un año de ésta. carpeta 57.
(2) http://www.historiasiglo20.org/GF/1955-62.htm.
(3) Embajada de la federación de Rusia en la república de Chile [en línea] consultado el 08 de agosto de 2012. http://www.chile.mid.ru/0ld/roschile_e_09.html
(4) Umaña, María José (2009) Iconos de la Iglesia Ortodoxa en Santiago de Chile. Tesis, Facultad de Artes, Universidad de Chile, pg. 36.
(5) Ver apartado iconográfico para mayor información.
(6) Umaña, María José, Op. Cit., pg. 48.
(7) Ministerio de Cultura de Grecia (1995) Arte y Culto Después de Bizancio. Siglos XVII-XIX. Atenas, pg. 18.
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