Ya en la década de los ’60 los intereses de Frei Montalva por el Medio Ambiente fueron importantes. Un Plan Nacional de Forestación y la instauración de la Semana del Árbol son algunos de sus legados.
Durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, en Chile funcionaba el modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), interviniendo el Estado tanto en el proceso de industrialización como en la extracción de los recursos naturales, por lo que además se creó la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN) en 1967. En este punto, la conciencia de desarrollo sustentable no estaba presente en los discursos de la época, como tampoco lo estaba la preocupación por los recursos naturales con una mirada sistémica. Sin embargo, para Eduardo Frei Montalva este era un tema importante, tanto que durante su gobierno se promovió una política forestal y se creó la Semana del Árbol.
El interés del ex Mandatario por los bosques, se refleja en el discurso que realiza en el Parque Bustamante a los niños de un colegio al momento de firmar el proyecto de Ley Forestal, el 10 de septiembre de 1965: “defiendan los árboles en sus calles para que tengan calles más hermosas; en los parques, para que puedan jugar a su sombra; en los cerros para que brote el agua de las vertientes y para que mejore este país que es de ustedes” (1). De esta forma, junto con destacar la importancia del tema, acentúa en que no sólo corresponde al Estado hacerse cargo, sino también es responsabilidad de adultos y niños. De hecho, este rol de cada ciudadano en el desarrollo del país fue parte de uno de los pilares del gobierno de Frei Montalva, la Promoción Popular, que se tradujo por ejemplo en el reforzamiento de las Juntas de Vecinos y Centros de Madres.
Una medida concreta para detener la tala indiscriminada de bosques del entonces Presidente es la promoción de un plan de reforestación que involucre a toda la sociedad. “Especial referencia debe hacerse a la política forestal del gobierno. Ella está basada en la conservación de los recursos naturales del país, suelo y agua en especial, simultáneamente con la ampliación de la zona boscosa, que permitirá conquistar una posición prominente en el mercado internacional de papel y celulosa. La meta es formar entre 1965 y 1970, 450 mil hectáreas de nuevos bosques”, afirmó en el mensaje presidencia de 1966 (2).
Este mensaje se complementa con la ayuda que brindó al país el entonces Presidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson, al entregarle a Eduardo Frei Montalva una semilla híbrida de pino insigne que estaban trabajando en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, a los investigadores de la Universidad de Chile. El ex Mandatario chileno agradece el gesto hacia la campaña de reforestación, y en relación al ofrecimiento de las semillas, acepta experimentar y comprobar la adaptabilidad, para lograr el propósito de reforestar 450.000 hectáreas (3).
Plantación del primer árbol en Villa Tehuelches. Punta Arenas. 7 de julio de 1967.
De este modo, la política de reforestación de Frei Montalva va logrando frutos en un corto tiempo. Así, en 1967 además del plan de reforestación, “que a través de créditos CORFO había logrado duplicar ese año la más alta tasa de reforestación anual desde la década de 1950, el Instituto Forestal desarrollo inventarios e investigaciones y mantuvo campañas de promoción para la exportación de productos forestales que se incrementaron en un 124% respecto de 1964”(4).
En su discurso dado del Teatro Windsor, el 6 de agosto de 1965, Frei Montalva puso en marcha oficialmente el Plan Nacional de Forestación y Campaña del Árbol, y entre otros puntos comentó la importancia de decirle al país “señores, todos los pueblos de la tierra defienden su patrimonio, y su patrimonio es la tierra y el agua, y la tierra y el agua dependen del árbol. Si le enseñáramos a los niños en las escuelas, menos fechas que se olvidan, pero le enseñáramos el amor al árbol, si en las poblaciones les enseñáramos a cuidarlos y a los campesinos a plantarlos”(5).
Cabe destacar que el interés de Eduardo Frei Montalva por los árboles en particular y por los recursos naturales en general, son un punto de partida para llevar al país por la senda de una industrialización planificada, la que se puede entender con la siguiente frase del discurso del Teatro Windsor “Para mí es un signo, tal vez un test, de la capacidad de nuestra Nación para comprender sus problemas, el que adquiere conciencia respecto a este. He sido Senador y he vivido en el Norte, y he visto lo que tal vez en términos técnicos no sea estricto, pero que traduce bien la idea: el avance del desierto que ya toca los bordes de Santiago”(6).
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Notas:
(1) Carpeta 176 Archivo Histórico Casa Museo Eduardo Frei Montalva (en adelante Archivo Histórico)
(2) Mensaje extraído de Camus, Pablo; Hajek Ernst. Historial ambiental de Chile. 1998. Andros impresores. Chile. P.21.
(3) Carpeta 72 Archivo Histórico.
(4) Camus, Pablo; Hajek, Ernst. Op. Cit. P 21
(5) Carpeta 175, Archivo Histórico
(6) Ibíd.
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