Un importante hito en la agenda social de Eduardo Frei Montalva fue la creación de la Oficina Nacional de la Mujer. La entidad fue responsable de organizar el seminario La Mujer Chilena y el Proceso de Cambio, que contó con la participación de líderes como la Presidenta de la Asamblea General de la ONU, Angie Brooks.
La década de los ‘60 fue escenario de importantes transformaciones socioculturales, que iniciaron el camino hacia una mayor igualdad de géneros en nuestra sociedad. Las innovaciones en tecnología y comunicaciones, particularmente la radio y la televisión, modificaron los estilos, modas y patrones hasta entonces dominantes, influyendo así en los comportamientos de hombres y mujeres.
Fue justamente durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva que muchos de estos cambios tuvieron lugar gracias a diferentes instancias orientadas a la incorporación de la mujer (1). Un ejemplo fue la creación de la Central Relacionadora de Centros de Madre (CEMA), iniciativa destinada a organizar a las agrupaciones femeninas en el marco del programa de Promoción Popular del ex Mandatario. La idea era que las mujeres elaboraran productos que luego pudieran vender a través de la organización y de este modo incrementar los ingresos familiares.
Sin duda el hito más destacado en la agenda social de Frei Montalva orientada a las mujeres, fue la creación de la Oficina Nacional de la Mujer (1969), primera entidad del Estado que se hizo cargo del tema y que tenía como objetivo “la incorporación plena de la mujer chilena al proceso de desarrollo económico, social y cultural del país”. (2)
En mayo de 1970 la institución organizó el seminario “La Mujer Chilena y el Proceso de Cambio”, que reunió a diversas organizaciones ligadas al tema, con el fin de crear “una clara conciencia sobre el rol activo que corresponde asumir a la mujer frente a los profundos cambios que hoy operan en nuestra sociedad”.
La actividad buscaba formar una “clara conciencia sobre el rol activo que corresponde asumir a la mujer frente a los profundos cambios que hoy operan en nuestra sociedad”. Junto con esto, pretendía determinar cuál era la dirección que debía tomar la mujer; su rol, su participación activa y su responsabilidad frente a un proceso de cambio que rompía “con las normas tradicionales de vida, desajustando los moldes preestablecidos para dar paso a nuevos valores, enfoques y acciones que inciden fuertemente en la Familia y en todos los aspectos de la vida en que la mujer desarrolla sus funciones”. Así, el objetivo primordial del encuentro era la formulación de acuerdos y recomendaciones “con el fin de contribuir al logro del progreso, de la paz y de la justicia dentro de los marcos del respeto a la dignidad del hombre” (3)
En aquella época, se entendía que las mujeres tenían capacidades específicas que debían ser incluidas en la construcción nacional, en las profundas transformaciones que se vivían en el mundo y en Chile, especialmente relacionadas a las reformas que la Revolución en Libertad contemplaba. Estas iniciativas marcaron un relevante avance en la condición social y ciudadana de las mujeres chilenas, respondiendo a los aires de cambio que dominaban la década. Dentro de este horizonte, el seminario organizado por la Oficina Nacional de la Mujer se erige como uno de los hitos importantes para alcanzar una mayor igualdad frente de géneros.
Durante la inauguración del encuentro, el entonces Ministro de Educación, Máximo Pacheco, afirmó: “La mujer tiene un lugar insustituible y capacidades propias que debe desarrollar y emplear en beneficio de la comunidad: la sensibilidad, intuición, generosidad, afectividad, son condiciones que ella posee en más alto grado que el hombre y que, desarrollándolas, debe enriquecer el acervo común” (4)
Una de las personalidades más destacadas que participaron en el seminario fue la Presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Angie Brooks; abogada y enfermera de nacionalidad liberiana, que fue descrita por la prensa de la época como una morena “muy alta, de frente amplia y despejada, de sonrisa fácil y contagiosa” y “brillantes ojos negros que iluminan su rostro”. Su presencia dio relevancia internacional a la actividad e inyectó una dosis de entusiasmo a las mujeres participantes. En palabras de la representante de la ONU, había “llegado el momento en que la mujer pueda ocupar posiciones en que pueda definir políticas” (5).
El seminario marcó un hito en la historia de la reivindicación femenina para alcanzar la igualdad de derechos y la creación de la Oficina Nacional de la Mujer demuestra la preocupación del ex Presidente por la condición social de las mujeres chilenas.
Notas
(1) Revisar objeto del mes ¨La incorporación de la mujer a la agenda social¨: https://www.casamuseoeduardofrei.cl/objeto-del-mes-la-incorporacion-de-la-mujer-en-la-agenda-social-objeto-del-mes-la-incorporacion-de-la-mujer-en-la-agenda-social-objeto-del-mes-la-incorporacion-de-la-mujer-en-la-agenda-social/
(2) Documento ¨Seminario La Mujer Chilena frente al proceso de cambio¨, Archivo Histórico de CMEFM.
(3) Ídem.
(4) Discurso pronunciado por el Ministro de Educación Máximo Pacheco en la inauguración del seminario sobre ¨La mujer Chilena frente al proceso de cambio¨. 27 de mayo de 1970. Archivo Histórico CMEFM.
(5) La Nación, Seminario: la mujer frente al proceso de cambio, 28-05-1970. Archivo de Prensa CMEFM.
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