Objeto del Mes: El alumno Eduardo Frei Montalva

31 de julio de 2017

Los años universitarios de Eduardo Frei Montalva le permitieron desarrollarse profesionalmente y forjar una visión de mundo. Un paso que culminó cuando el 27 de octubre de 1933 recibió su diploma de abogado y el Gran Premio de Honor Alumno destacado de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 
Al terminar la educación secundaria, quienes quisieran ir a la universidad debían rendir el Bachillerato: una prueba de conocimientos que era la pesadilla para todos los egresados. Eduardo Frei Montalva lo aprobó con un promedio 6,6 con mención en Letras. Claro que el paso siguiente era el más complejo: elegir una carrera. Durante las vacaciones reflexionó y consideró que la mejor opción era estudiar Derecho, a pesar de que el deseo de su familia, y también el de él, era estudiar Medicina.

Un factor de peso en esta decisión fue la situación económica de sus padres, que no era grave, pero sí estrecha, y Eduardo necesitaba estudiar algo que le permitiera estudiar medio día y trabajar en las tardes, para aportar en algo en su casa y costear algunos de sus gastos personales.

En 1929 comenzó sus días como estudiante de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde era conocido por sus compañeros como “El Flaco” Frei. En su nueva vida como universitario, también trabajó en su antiguo colegio (Instituto Luis Campino) como profesor de castellano, historia y geografía para las preparatorias, donde dejó muy buenos recuerdos a sus estudiantes (1). Y como contó Frei Montalva en una entrevista, llegó a tener 36 horas de clases semanales.

La ANEC y el interés en la política

El lugar más importante a la hora de socializar después de las clases en la Universidad era la Asociación Nacional de Estudiantes Católicos (ANEC). Esta institución se creó en 1915 y la idea era ser la contraparte de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), como un referente para los jóvenes católicos de ambas universidades.

En la década del 20 la ANEC, se preocupaba de la organización de la Fiesta de la Primavera y cumplía más que todo un rol a la hora de generar lazos entre los jóvenes, perdiendo la fuerza que podía tener como un centro de discusión universitario. Esos espacios de discusión eran importantes, ya que cuando Ibáñez del Campo estuvo a cargo del país los partidos políticos fueron prohibidos y lo jóvenes buscaban momentos para poder discutir, siendo la ANEC el centro en el que los jóvenes podrían formarse espiritual y moralmente, además de que se plantearan problemas sociales (2).

Eduardo Frei Montalva sentía que llevaba una vida emocionante entre los estudios, el trabajo y la ANEC:

“Terminada la mañana volvía a mi colegio y allí comenzaba a dictar mis clases y mis trabajos en la oficina de administración. Después de las 6 me iba a la ANEC, donde me sentía en comunidad con quienes miraban Chile y al mundo con una óptica semejante. Allí nos parecía que preparábamos el porvenir, discutiendo cuál era el destino de nuestras ideas, de las profundas reformas que creíamos urgentes y necesarias. A pesar de todo este trajín, era metódico y siempre llegaba a mi casa para comer con mi familia, estudiar después y acostarnos temprano para comenzar muy de mañana el nuevo día” (3).

De a poco la ANEC intensificó su “acción en el campo social” (4). En 1929 participó en el Congreso Eucarístico Nacional, en Valdivia. Ahí se reunieron con algunos delegados de provincias y acordaron que era necesario organizar centros de jóvenes que abarcaran todos los sectores. Así que los participantes de esta idea reunieron 140 pesos para financiar un viaje que comenzaba en el sur para formar los primeros grupos. El viaje lo hizo Frei Montalva, ya que fue elegido secretario para las provincias.

Con los 140 pesos compró un boleto en tercera clase y recorrió Puerto Montt, Osorno, Temuco y Chillán. Al llegar a las provincias y reunirse con miembros de las asociaciones que debía visitar, lo miraron con desconfianza, ya que a sus 19 años lo encontraban un poco niño, pero los jóvenes lo recibieron entusiastas y logró dejar formados los primeros centros. Esta acción se replicó casi en todas las provincias, desde Valparaíso hasta el sur de Chile.

Mientras continuaba su rutina dividiéndose entre los estudios, el trabajo y la ANEC, el clima político y social en Chile entraba en un estado de ebullición. Mientras Ibáñez del Campo, en su mandato, prohibía los partidos políticos y se generaban otras restricciones, las personas comenzaron a organizarse para terminar con este régimen. Los grupos que comenzaron a oponerse al gobierno fueron los colegios profesionales, en especial los de médicos y abogados. Y en junio de 1931 las asambleas reunían a un gran número de estudiantes.

La ANEC también participó en estos procesos y a pesar de que al comienzo se declararon sin ninguna tendencia política, hubo reuniones con sus pares de la FECH en las que la voz popular era terminar con el gobierno imperante.
Estos encuentros decantaron en julio de 1931, cuando los estudiantes de la Universidad de Chile, dirigidos por Julio Barrenechea, se tomaron la Casa Central de la Universidad de Chile, mientras que los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, dirigidos por Bernardo Leighton y Eduardo Frei Montalva hicieron lo mismo. El movimiento tuvo un gran apoyo popular y fue escalando hasta que el día 24 de julio murió un estudiante de Medicina, hecho que sumó las protestas al Colegio Médico y al día siguiente, con la muerte del profesor Alberto Zañartu, se agregó el Colegio de Profesores además de otros gremios.

A raíz de estos hechos de violencia, y la pérdida de apoyo por parte de su gabinete, Carlos Ibáñez del Campo entregó el cargo el 26 de julio. Le siguió un nuevo el proceso de elecciones, donde varios grupos se unieron para proclamar a Juan Esteban Montero como su candidato.

Así es como Montero reunió a casi toda una juventud universitaria que apoyaba su candidatura y para Frei Montalva significó su primera actividad política dentro de una campaña: dirigir la campaña en la Provincia de Osorno. Fue considerado como el más óptimo para esta tarea, ya que había visitado varios sectores al realizar los centros de la juventud en 1929, pero en esta ocasión, debía reunirse con los líderes de los partidos radical y demócrata.
Gracias a los esfuerzos de todos sus adherentes, el 4 de diciembre de 1931 Montero salió electo presidente.

Mientras Frei Montalva se preocupó de su trabajo en la campaña, continuó estudiando y trabajando para vivir y ayudar en su casa. Y a esto se suma la actividad en la ANEC, el que se intensificaba cada vez más, ya que ahora había una publicación, la revista REC, que debía sacarse periódicamente.

Un número especial de octubre de 1931 provocó revuelo. Este número tenía seis ensayos que reproducían resúmenes del texto de las conferencias que se dictaron en un teatro de Santiago, donde Eduardo Frei Montalva dictó la primera de ellas: “Origen y causa de la cuestión social”.

Porque el tema de la revista en general era la cuestión social, presente en los partidarios del socialcristianismo, corriente política ligada al catolicismo que era rehuida por los sectores más conservadores de la sociedad, pero que causaba interés en los más jóvenes y en las esferas conservadoras un poco menos tradicionales.

En sus Memorias, Eduardo Frei Montalva comenta que todo este trabajo le pasó un poco la cuenta, por lo que a fines de 1931 estuvo muy enfermo. Después de dos meses de completo reposo se recuperó y en 1932 terminó sus estudios universitarios, comenzando también su práctica profesional en el estudio de José Ramón Gutiérrez: profesor de Derecho Civil, jefe de gabinete en el gobierno de Ramón Barros Luco y presidente honorario del Partido Conservador (5).

Como estudiante egresado, la ANEC organizó una gira a la provincia de Antofagasta en las vacaciones de 1933, donde funcionaban varios grupos de jóvenes que los invitaban recurrentemente. Estos grupos estaban dirigidos por Edmundo Pérez Zujovic (6), a quien solo conocía por medio de sus cartas breves, pero ingeniosas. La idea de esta visita era extender los centros de Acción Católica y para eso se promocionaron conferencias públicas con debate abierto. Dieron seis conferencias y cada una tuvo un público superior a las mil personas (7).

Al regresar a Santiago lo esperaba su rutina, a lo que se sumaron las ayudantías en las cátedras de Filosofía del Derecho y Política Económica, además de preparar su licenciatura y su tesis: “Régimen del asalariado y su posible abolición”.

El 27 de octubre de 1933 sus esfuerzos se vieron recompensados al obtener su diploma de abogado. Pero también recibió el reconocimiento de sus pares, cuando el consejo superior de la Universidad le entregó el Gran Premio de Honor (8).


Notas:

  1. Gazmuri, Cristián. Eduardo Frei Montalva y su época. Tomo I. Aguilar Chilena de Ediciones. Santiago. 2000.
  2. Frei Montalva, Eduardo. Memorias 1911 – 1934. Y correspondencias con Gabriela Mistral y Jacques Maritain. Fundación Eduardo Frei y Planeta, Espejo de Chile. Santiago. 1969.
  3. Frei Montalva, Eduardo. Memorias 1911 – 1934. Y correspondencias con Gabriela Mistral y Jacques Maritain. Fundación Eduardo Frei y Planeta, Espejo de Chile. Santiago. 1969.
  4. Ibíd.
  5. Ibíd.
  6. Edmundo Pérez Zujovic fue un político chileno, ministro en el gobierno de Eduardo Frei Montalva y un gran amigo del ex Presidente.
  7. Frei Montalva, Eduardo. Memorias 1911 – 1934. Y correspondencias con Gabriela Mistral y Jacques Maritain. Fundación Eduardo Frei y Planeta, Espejo de Chile. Santiago. 1969.
  8. http://derecho.uc.cl/Centro-de-Alumnos/presidentes-cade.html
 

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