Objeto del Mes: Eduardo Frei Montalva, Doctor Honoris Causa

14 de diciembre de 2014

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Debido al reconocimiento internacional como intelectual y Presidente de la República, en marzo de 1970, la Pontificia Universidad Católica de Chile destacó a su ex alumno con una de sus máximas distinciones: el título de Doctor Scientiae Et Honoris Causa.

Más allá de haber sido Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva fue un destacado intelectual en la escena política-social chilena y latinoamericana. Su vasta producción literaria se transformó en referencia obligada para quienes buscaban aproximarse críticamente a las problemáticas de la realidad de la época, convirtiéndose de este modo en uno de los últimos políticos chilenos del siglo XX, capaces de conjugar praxis y reflexión intelectual política de forma paralela, aún en los momentos más álgidos de su ejercicio como Presidente de la República.

La trascendencia de su labor y obra le valieron figuración en la escena internacional, hecho que destacó la prensa nacional en diversos artículos, como el que titulaba Diario La Nación en 1970: “[Eduardo Frei ha sido] reconocido en una encuesta reciente como una de las 20 personalidades mundiales que tienen más influencias y cuyas opiniones tienen mayor trascendencia” (1).

De este modo, al finalizar su periodo presidencial en marzo de 1970, la Pontificia Universidad Católica de Chile –alma mater del ex presidente- decide condecorarlo con el título de Doctor Scientiae Et Honoris Causa, máxima distinción otorgada por dicha casa de estudios (2), y que había sido entregada a tan solo trece personas en el transcurso de los dos últimos decenios, siendo el directo predecesor, el poeta, premio nobel de literatura, Pablo Neruda.

Los representantes de la Universidad Católica, señalaron que esta distinción era “un reconocimiento más a su enorme solvencia como intelectual, a su vasto conocimiento como estadista, a la profundidad de su juicio como ensayista, así como también sus cualidades como periodista y como dirigente político que difícilmente pueden verse reunidas en una sola persona” (3). Este grado de Doctor Honoris Causa vino a sumarse al entregado por la Universidad de Bolonia (Italia), y al Marianist Award 1967 concedido por la Universidad de Dayton (Estados Unidos) por sus cualidades como líder demócrata en América Latina (4).

El 30 de marzo de 1970, día en el cual se oficializó la entrega de este grado académico, Frei Montalva realiza una lección magistral en un auditorio de la ya mencionada casa de estudios, desplegando su enorme potencial como intelectual y orador frente a los más de mil quinientos estudiantes que se asistieron para oírlo. En dicha instancia, el entonces presidente se refirió a sus años como estudiante en la universidad, destacando la enorme importancia que tuvo ésta en su formación valórica y ética, bases de su pensamiento político.

Así mismo, insistió en el rol fundamental de la juventud en los procesos de cambio que vivía nuestro país en la segunda mitad del siglo XX. La responsabilidad de los jóvenes estaba, a su juicio, principalmente en el proceso de reflexión en torno a la búsqueda de respuestas encauzadas en la superación de las luchas partidistas o de los ideologismos, que ahogaban la capacidad de generar nuevas ideas (5).

También la investigación y generación de nuevo conocimiento respecto de nuestros recursos materiales tuvo un lugar central en el discurso. Su particular perspectiva enfatizaba el hecho de que esta labor no sólo debía ser realizada por élites políticas, universitarias o de clase, sino por “toda la comunidad nacional” (6). En ese sentido, lograr aquel nivel de involucramiento y convergencia implicaba, antes que todo, internalizar la idea de progreso social como condición del progreso económico, solo así se podría aspirar a la verdadera justicia y equidad:

“Sería muy sencillo decir que ambas cosas deben intentarse al mismo tiempo. Tan sencillo que a la luz de la realidad resulta una simpleza. Cuando en un país falta alimentación adecuada; falta habitación digna; falta salud y educación, no es ni siquiera posible, para los sectores mayoritarios de la comunidad, empezar a concebir la participación y la incorporación en la gran tarea nacional del progreso. Por eso es indispensable una decisión sobre qué es lo que se pone primero. Y en mi experiencia […] esa decisión fue la de poner primero el progreso social” (7).

Parte de lo contenido en este discurso será fundamental para comprender el desarrollo de su ideario desplegado en el periodo post-presidencial, el cual se concentró en elaboración de políticas económicas justas para las sociedades aquejadas por los problemas asociados al subdesarrollo. Por último es importante señalar que la esencia de su pensamiento lo llevaría a posicionarse como líder natural e indiscutido de la oposición democrática en el Chile de mediados de los setenta y comienzos de los ochenta.

NOTAS:

1. La nación 30 de Marzo de 1970
2. Ídem
3. Ibídem
4. Ibídem
5. Lección Magistral de Eduardo Frei en la Universidad Católica de Chile al recibir el grado de Doctor Honoris Causa, 30 de marzo de 1970. Pág. 15
6. Ídem. Pág. 20.
7. Ibídem. Pág. 21

 

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