Objeto del mes | Nicanor Parra: más de 100 años

5 de noviembre de 2019

En este objeto del mes, Casa Museo desea compartir algo de la variopinta, larga y agitada historia del matemático, físico, creador de la antipoesía y Premio Nacional de Literatura.

Niñez del antipoeta

La familia Parra Sandoval se instaló un tiempo en la casa del primo hermano del patriarca. Y, según lo que cuenta el vate, al parecer se quedaron más tiempo del prudente. Un día el pequeño Nicanor (o “Tito”, como le decían) no pudo tomar su café porque estaba picante. Al comienzo reclama y su madre no le cree, pero después se dan cuenta de que la novia del primo le puso ají a la taza del niño. Tras eso, dejan la casa ofendidos .

Nicanor Segundo Parra Sandoval nació el 5 de septiembre de 1914 en Lautaro (Región de la Araucanía, Chile). Fue el mayor de nueve hermanos, entre ellos, los conocidos artistas y folcloristas Violeta y Roberto.

La familia debió mudarse a distintos lados por la dificultad que tenía el padre de encontrar un trabajo estable. Así fue como la madre, Clara, trabajó por el sustento de sus hijos. El padre, Nicanor Parra Parra, era profesor de primaria y músico, siempre se mantenía organizando algún tipo de tertulia en la casa que terminaba en fiesta con los hijos, presentando algún espectáculo musical para los asistentes. Desde pequeños, los Parra eran folcloristas en ciernes, pero Nicanor Segundo detestaba esos encuentros. Participaba de mala gana y en algunas oportunidades desafinaba la guitarra del padre para que no se realizaran las celebraciones bohemias. No le gustaba el cambio de su padre durante esas reuniones. Por lo mismo, las pocas veces que ya de adulto guitarreaba, era junto a su hermano Roberto.

Otro de los tantos sucesos que Nicanor vivió durante su niñez/adolescencia, fue el fallecimiento de su padre. Con el pasar del tiempo, Clara se emparejó con otro hombre con el cual Nicanor no congenió, por lo que decidió terminar el liceo en Santiago. Gracias a una beca, debido a su inteligencia, en 1932 se instaló en el Internado Nacional Barros Arana (INBA) y a los 17 años se encuentra por primera vez con el “gran mundo intelectual”, saliendo de la marginalidad en la que vivió en la niñez.

Terminó el secundario y entró al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, a estudiar física y matemáticas mientras trabajó como inspector en el INBA. Durante este tiempo se preocupó económicamente de sus hermanos. De hecho, fue él quien inscribió a su hermana Violeta en la Escuela Normal y asumió los gastos de su familia.

Al terminar la carrera viajó a Chillán a probar suerte e impartió clases en el Liceo de Hombres. Con el tiempo empezó a desarrollar su escritura. Lo que lo impulsó definitivamente fue la lectura de la Antología de poesía chilena nueva, guiada por Vicente Huidobro y a cargo de Eduardo Anguita y Volodia Teitelboim. “Fue un despertar”, declaró después.

Y se lanzó a escribir. Ya lo había hecho en 1935 para Revista Nueva, publicación que circuló en el internado y realizó en conjunto con sus amigos Jorge Millas (escritor, poeta y filósofo) y Carlos Pedraza (pintor de la generación del 40). Pero en 1937, ya convencido que podía hacer lo que había leído en la antología, publicó, gracias a Carlos George Nascimento, Cancionero sin nombre, obra inspirada en Romancero gitano de Federico García Lorca, y en el agridulce cotidiano de la realidad: la belleza de las mujeres y las burlas .

Profecías que cumplir

Gabriela Mistral. Chillán, 1938. La comuna la homenajea en el Teatro Municipal de la ciudad. Dentro de las actividades no estaba presupuestada la participación de Nicanor, pero se las arregló para terminar leyendo “Canto a la escuela” y cuando comenzó a declamar “este monte que vemos, esta fuerza marina y estos bancos heridos de recuerdos quemados…”, la poeta sentenció que él era “el futuro poeta de Chile” . Desde ahí en adelante, en lo literario, la vida de Parra pasó entre estudios, la escritura y reconocimientos nacionales e internacionales. Algunos ejemplos: en Santiago recibió el Premio Municipal (1938) por Cancionero sin nombre, que sumaron a la antología 8 nuevos poetas chilenos. Luego de su estadía en Chillán, volvió a Santiago (1939) y dio clases de física en el INBA y de matemáticas en la Escuela de Artes y Oficios.

Mientras trabajó en la docencia y escribió, entre 1943 y 1945 partió a estudiar Mecánica Avanzada, becado por la Universidad de Brown en Estados Unidos. Sus estudios no evitaron que se empapara de grandes autores, como Walt Whitman, y prosiguiera así con su trabajo poético. Al volver a Chile siguió frecuentándose con la intelectualidad de la época, no solo sus amistades del Barros Arana, si no también Neruda, y gente cercana a la militancia de izquierda. Contrajo matrimonio con Ana Troncoso, la madre de sus tres primeros hijos.

Gracias a los estudios de posgrado, hizo clases de Matemática Racional en la Universidad de Chile. Dos años después, en 1948, asumió como rector interino de la Escuela de Ingeniería de la casa de estudios; y los reconocimientos continuaron, como su aparición en otra antología, junto a Anguita, Braulio Arenas y Gonzalo Rojas, conocidos poetas de la época. Parra clausuró la década del 40 partiendo a Oxford, gracias a otra beca, esta vez entregada por el British Council, para cursar un doctorado en cosmología.

Física o Poesía, esa es la pregunta

Muchas veces, Nicanor habló de la existencia de dos fuerzas que percibió al llegar a Oxford y que lo llevaron de un lado a otro: Newton y Shakespeare.

Lo primero que hizo fue memorizar el monólogo de Hamlet, para caminar por todo Oxford repitiendo a viva voz “to be or not to be, that is the question”. Esta fuerza tan poderosa que lo llevó a declamar la famosa frase, impidió su aparición en clases; el tutor del doctorado se vio obligado a informar todo esto a las autoridades de la universidad. También llegaron representantes del British Council para averiguar su inasistencia a un par de encuentros formales, al parecer obligatorios ¿Su respuesta? La culpa era de estas dos fuerzas que sentía, pero que lo inclinaban hacia el trabajo de Shakespeare, finalizando su argumento con el soliloquio de Hamlet.

¿Respuesta de los representantes? Cancelación de la beca. Pero días después volvieron a visitarlo los agentes para informarle sobre la revocación de la decisión, ya que el profesor de cosmología, el matemático y astrofísico E. A. Milne, luego de conversar con Parra por sus ausencias y que este le explicara su aparición en la antología Tres poetas chilenos (1942); que al llegar a Oxford descubrió “la tradición poética inglesa”, habló con las autoridades correspondientes de la universidad y les hizo saber que consideró “pertinente que aproveche las oportunidades” que Oxford le puede entregar y que no lo obliguen a asistir a clases ni menos a terminar el doctorado, porque no veía que esa fuese la intención de su alumno. La decisión final fue permanecer dos años más en Oxford.

Volvió a Chile en 1951 y con una nueva pareja. Residió en Santiago centro y continuó sus relaciones con intelectuales de la época. De esas visitas, nació Quebrantahuesos, una serie de intervenciones poéticas y visuales que buscan apoderarse del espacio y el lenguaje públicos, utilizando recortes de diarios , adhiriéndolos entre ellos y cambiándoles el sentido a las frases. Este trabajo colectivo, en conjunto con Alejandro Jodorowsky y Enrique Lihn, vio la luz en 1952: “un surrealismo estridente”, como lo llamara el mismo Parra, separándose de lo que en ese momento sucedía con el surrealismo chileno . Con el pasar de los años, Quebrantahuesos apareció impreso en el único número de la revista creada por el Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Chile, Manuscritos, en 1975.

Se concreta la antipoesía

Nicanor presentó un conjunto de poemas, dividido en tres libros, al concurso Juan Said del Sindicato de Escritores de Chile (SECh), con el seudónimo Juan de Nadie. Las tres obras resultaron premiadas y Parra se reunió con Benedicto Chuaqui, presidente de la organización y miembro del jurado, para recitarle los poemas y comprobar su autoría. Chuaqui, molesto, amenazó con declarar el concurso desierto por no cumplir con las bases, sin entregarle los manuscritos. La disputa fue resuelta al publicar los 3 libros en un solo volumen: Poemas y antipoemas (1955).

La aparición de los antipoemas supone el sello de Nicanor Parra, una nueva etiqueta que se veía venir en su trabajo anterior, pero veladamente: la unión entre el lenguaje poético, el hablar y las experiencias mundanas, del hombre común y corriente. Antipoesía puede ser cualquier texto , se aleja de la visión romántica de lo que es la poesía, es vanguardia. Se aleja de la poesía de Neruda, es una alternativa liberadora . El libro fue un éxito. Nascimento nuevamente es quien lo publicó y sacó una segunda edición.

En 1960 su nombre comenzó a sonar para el Premio Nacional de Literatura, que ganó nueve años después.

Críticas

Versos de salón, fue una publicación fuertemente criticada por la profundización de lo que Parra ya había presentado en Poemas y antipoemas. Algo “sin pies ni cabeza, que destila veneno y podredumbre, demencia y satanismo”, según las palabras de Prudencio Salvatierra, crítico en El Diario Ilustrado, que llegó a comparar el libro con “un tarro de basura”.

Gracias a las invitaciones que le hicieron para participar en los Consejos Mundiales por La Paz, el antipoeta viajó a países en los que se rodeó de la intelectualidad, como la URSS (1963) cuando preparó una traducción al español de poetas rusos del siglo XX, primera antología de la poesía soviética rusa disponible en español.

También en los 60, otro tema que le pasó la cuenta fue su militancia política, o más bien la ausencia de esta. En su juventud, antes del premio por Cancionero sin nombre, Parra se inscribió en el Partido Comunista y se unió a una gira en apoyo al Frente Popular, junto a personajes como Pablo Neruda. Pero ya con su reconocimiento, sus pares en Chile comenzaron a presionar a Nicanor para que transparentase su vereda política. La idea del poeta, sin embargo, era saltarse las etiquetas. Como viajaba tanto a la URSS como a EEUU, mayor era la insistencia de los intelectuales de la época. Parra les contestaba: “Cuba sí, yanquis también”, “la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas”. Nacieron así sus primeros artefactos.

El hermano Parra

Un espacio importante en el que Parra dejó de lado la mordacidad y vanguardia que caracterizan a su obra, fue en los poemas que tratan sobre sus hermanos Violeta y Roberto. En el caso de Violeta, eran quejas de no entender por qué la obra de la artista no era apreciada en Chile. Primero tuvo que exponer sus arpilleras nada más ni nada menos que en el Museo del Louvre, para que recién pudiera concretar un reconocimiento desde el país. Violeta visitó a su hermano un día antes de suicidarse, almorzando juntos. Tiempo después él se da cuenta que esa comida fue su despedida. En una carta privada, le pidió que se encargase de los trabajos que quedaron en Europa y escribió expresamente: “sin Nicanor no hay Violeta Parra”.

Con Roberto también fue un hermano mayor paternal. Nicanor le entregó la educación formal que no terminó en la juventud y le explicó qué era una décima. Por eso Roberto llamó a la casa de su hermano “la Universidad Abierta de La Reina”. En esos años, los 60, Roberto era conocido por sus cuecas choras. En 1980 publicó Décimas de la Negra Ester, trabajo que demoró cerca de 10 años y se hizo ampliamente conocido por su adaptación teatral.

Un té muy político

En la vida de Parra hubo un montón de sucesos dignos de comentar. Hay uno inolvidable en particular: el té con Pat Nixon.

El contexto en el que se dio fue en una de las numerosas invitaciones que recibió Parra para un encuentro internacional de escritores. En aquella ocasión la carta llegó desde la Biblioteca del Congreso en Washington, en 1970, junto a una docena de poetas estadounidenses y extranjeros convidados a conocer la Casa Blanca. Lo sorprendente fue la aparición de la primera dama, Pat Nixon, quien les regaló copias de un libro de la poeta Elizabeth Bishop y los invitó a tomar té.

Cómo repercutió la escena en la relación de Nicanor Parra con la intelectualidad de la izquierda chilena fue también impresionante. Sin siquiera haber vuelto a Chile, ya los escritores de este lado del mundo rechazaron tajantemente la situación y subrayaron la indefinición política del antipoeta. Desde Cuba le retiraron la invitación para ser jurado del Premio Casa de las Américas.

De vuelta en Chile, la tensión se acrecentó cuando la SECh convocó a una reunión para enjuiciarlo e intentar ridiculizarlo. Parra contestó con una “Carta abierta a su excelencia el presidente de la SECh”. Concurrió a la reunión, que coincidió con la visita de Eugene Ionesco. El antipoeta llegó con su madre del brazo, listo para la discusión que se provocaría. Terminó sacándose una foto con el dramaturgo franco-romano.

En la contingencia chilena, Salvador Allende asume como presidente, pero como Nicanor ya tenía lazos cortados con la izquierda chilena se refugia en su casa de La Reina y continúa con sus clases de Mecánica Racional en la Universidad de Chile. También en esos años nace su primera hija, Colombina, de una tercera relación amorosa que comenzó en 1969. Después nació Juan de Dios.

Contentándose con sus pares

En 1971 Parra logra retomar lazos con la izquierda. Debido a las varias traducciones de sus poemas en Estados Unidos, su nombre resuena y es invitado por la Universidad de Yale a un simposio y por la Universidad de Columbia para realizar talleres y charlas. En la estadía coincidió con Jorge Luis Borges en un foro llamado “La sociedad y las artes en Latinoamérica”. Frente a los otros panelistas y oyentes Nicanor pidió la opinión a Borges sobre la política mundial. El argentino respondió que “existe un imperialismo blanco y uno rojo”. Disconforme con la respuesta, le preguntó qué pensaba sobre la guerra de Vietnam y cómo los soldados le disparaban a niños y mujeres. Borges contestó: “qué quieres que te diga, si yo no he estado nunca en Vietnam”. La chifladera en contra del escritor argentino se escuchó fuerte y Parra encantó al público.

Al año siguiente aparecen los artefactos, “el estadillo del antipoema, frases, dichos populares, parlamentos dramáticos” , 242 tarjetas postales, ilustradas por Juan Guillermo Tejeda.

Antes del golpe de Estado, Nicanor arribó a Chile después de una estadía en Nueva York trabajando en la NYU, cuando su nombre fue mencionado por primera vez para el Nobel de Literatura en un artículo impreso en The Columbia Review. Tras el golpe, Parra asumió un breve cargo directivo en el Instituto Pedagógico, renunciando debido a las presiones de los militares para denunciar a profesores de izquierda. Volvió entonces a la Facultad de Ciencias y Matemáticas de la Universidad de Chile, pero al Departamento de Estudios Humanísticos para hacer clases e investigación literaria. Tal como fue su casa de La Reina y luego su querido hogar en Las Cruces, el Departamento de Estudios Humanísticos se convirtió en esta difícil época en su refugio, así como para muchos intelectuales.

Durante la dictadura militar chilena, Parra continuó escribiendo y dando clases. Publicó Sermones y prédicas del Cristo de Elqui y Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1977 y 1979, respectivamente) libros en los que critica la dictadura imperante y que extrañamente no fueron censurados en la época.

En la década del 80 continuó recitando un poema que escribió en los 70 después de una ruptura amorosa que lo dejó al borde de sus emociones: “El hombre imaginario”. Pero no fue suficiente, por lo que se acercó a las enseñanzas del Tao. Una que lo marcó hasta el final de sus días fue “el que habla no sabe, el que sabe no habla”. Allí empezó su desgano a contestar entrevistas, promover discursos y a las definiciones categóricas. Sin embargo, descubrió un tema que acaparó su atención: la ecología.

Palabras para el planeta

Otra enseñanza del Tao: autorregulación del mundo interior. Para Nicanor, la ecología es la autorregulación del medio ambiente. Ya en los 80 señalaba que “estamos en el umbral del apocalipsis”, condenando los sistemas económico-políticos imperantes, inclinándose sutilmente a la izquierda, creyendo posible inyectarle al socialismo “un poco de virus ecológico” . Aparecen entonces sus artefactos ecológicos, los que después, en 1982, publicó de manera clandestina bajo el nombre Ecopoemas. Ese mismo año, luego del fallecimiento del expresidente Eduardo Frei Montalva, Parra escribió y publicó en formato plaquette su Poema y Antipoema a Eduardo Frei.

A pesar de no querer posicionarse políticamente, sus siguientes poemas siguieron criticando la dictadura y expresando las ganas del retorno a la democracia con Chistes parra desorientar a la policía poesía y Coplas de Navidad o antivillancicos, respectivamente.

El cumpleaños

En la década del 90 continuaron los trabajos, premios e invitaciones. Comenzó el proceso de traducción de Rey Lear, que posteriormente la compañía de Teatro de la Universidad Católica llevó a las tablas. Ganó el Premio Juan Rulfo y con el dinero que compró una casa en Las Cruces, lugar que se convirtió en su refugio principal.

Después de 50 años de docencia, la Universidad de Chile lo despidió luego de presentar un proyecto de investigación que tenía un tiempo de trabajo indefinido. Tras el cambio de milenio la Universidad Diego Portales le ofreció un puesto y la editorial de la Casa de estudios comenzó a editar sus obras. En 2004, apareció Lear, rey & mendigo.

En 2006 Parra presentó Obras públicas, exposición que no estuvo exenta de polémica. Parte de la muestra incorporaba “El pago de Chile”, intervención que tenía a varios presidentes de la república colgados. Luego de que, por medio de su nieto Tololo advirtiera que cancelaría la muestra si esa obra era censurada, la propia ministra de Cultura de la época calmó las aguas y autorizó el evento.

Otra nieta que le ayuda, pero desde otra vereda, es la pequeña hija de Juan de Dios, a quien Nicanor observó interesado en estudiar el discurso infantil y cómo los niños se enfrentan al lenguaje, porque considera que ellos hablan por necesidad, no como los adultos, que hablan por vanidad.

En enero del 2018, en la Universidad Abierta de La Reina, falleció el antipoeta. Tenía 103 años. El gobierno declaró dos días de duelo nacional y el Museo Violeta Parra abrió un libro de condolencias que posteriormente entregó a la familia. Según contó su sobrino Nano, en el ataúd de Parra se pudo leer “Voy&Vuelvo”, uno de sus artefactos. Su muerte sorprendió a todos y abundaron los homenajes, tanto, que hasta la selección chilena de fútbol escribió un tweet en su honor: “Creador talentoso en extremo y que siempre dejó el nombre de Chile bien puesto en todos lados. Sin duda, Nicanor Parra fue, es y seguirá siendo un tremendo crack ¡Buen viaje, don Nica!”


Fotografías

• 1935_parra: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-71441.html. Propiedad intelectual: patrimonio cultural común; por lo que puede ser utilizado y reproducido libremente. Fotografía. Colección: Biblioteca Nacional de Chile. MC0013489.

• 1937_cancionero_patcultcomun: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-71466.html. Propiedad intelectual: patrimonio cultural común; por lo que puede ser utilizado y reproducido libremente. Lámina. Colección: Biblioteca Nacional de Chile. MC0013517. BN: 299343

• 1975_manuscritos: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-86089.html Manuscritos / Universidad de Chile, Sede Occidente, Departamento de Estudios Humanísticos. Santiago: El Departamento, 1975(Santiago: Offset-Service) 1 no. Autor: Universidad de Chile, sede Occidente, Departamento de Estudios Humanísticos. Lámina. Colección: Biblioteca Nacional de Chile. MC0054950. BN: 5182. Temas relacionados: poesía visual en Chile (http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-31579.html).

• 1954_poema_antipoema: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-71467.html Propiedad intelectual: Obra protegida. Lámina. Colección: Biblioteca Nacional de Chile. MC: MC0013518. BN: 234000.

 

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