Destacado del Mes | Indira Gandhi: la gobernante que buscó la unidad de su pueblo.

4 de noviembre de 2022

Primera Ministra Indira Gandhi, 1967

 

¿Cómo hablar de la vida de una mujer que estuvo a la palestra de la política internacional? ¿Cómo resumir en un texto -breve- todo lo que desarrolló en vida y el significado que tiene el haber estado a cargo de un país en un periodo de la historia universal contemporánea complejo y lleno de desafíos? ¿Cómo aproximarse a una sociedad y cultura que posee una percepción de la existencia diametralmente distinta a la occidental y que además, es la base para poder comprender la forma en la que viven y conviven?

A 105 años de su nacimiento, por medio de algunos hechos acontecidos en la vida de Indira Gandhi y de su familia, damos a conocer parte de su historia, ya que no se puede separar a Indira Nehru de Indira Gandhi; mucho menos de su país, de su patria, por la que siempre luchó.

 

Indira Nehru

El 19 de noviembre de 1917, Indira nació dentro de una familia acomodada. Por el lado paterno, Jawaharlal, la política siempre estuvo presente en la casa que habitó, el hogar de su abuelo Motilal Nehru. Por lo mismo, el papá de Indira, que también creció cerca de la política e historia de su país, decidió criar así a su única hija. De hecho, Indira estuvo un

Jawaharlal Nehru, padre de Indira Gandhi y primer ministro de la India durante 17 años. En la fotografía lo vemos en el año 1959, en una visita la República Democrática Alemana, con el primer ministro Otto Grotewohl.

tiempo sin ir a un colegio, porque lo que podía aprender en esa institución no tenía comparación con la riqueza de las conversaciones que tenía dentro de su núcleo familiar, o en las cartas que, desde los 10 años, solía escribirse con su padre en las incontables veces que él estuvo en prisión por seguir su

s ideales políticos. También, cuando Indira tenía unos 24 años, en una de esas tantas estadías forzadas, Nehru tuvo tiempo de hilar algodón para el vestido de novia de su hija, cuando Indira se casó con Feroze Gandhi[1].

Respecto a su madre, Kamala, fue una mujer que apoyó constantemente a su marido, pero sintió la soledad de tener que compartirlo con la vida política. Y siendo muy joven sufrió una afección pulmonar que la tuvo entrando y saliendo de distintos sanatorios, hasta que a los 36 años fallece, dejando a su joven hija con su padre y con la idea de que se case con un amigo de ella, Feroze.

Indira Gandhi

El 26 de marzo de 1942 se casó con Feroze Gandhi. A pesar de que la mayoría de su familia no aceptaba esta unión, por ambos tener religiones distintas, esta ceremonia se llevó a cabo con austeridad, previendo en que no hubiera más temas por los cuales pudiesen rebelarse frente a este matrimonio.

La manera en la que Feroze e Indira se conocen y mantienen esta relación, es de larga data. Al comienzo, en su juventud, Indira no tenía ningún apuro en casarse, ni siquiera pensaba que podía agradarle a algún muchacho con el cual concretar un compromiso. En esos años, su foco era la vida política, apoyar a su padre y acompañar a su madre, especialmente en estos periodos de enfermedad y soledad. Y aquí es donde aparece este hombre.

Feroze siempre quiso casarse con Indira. Él era amigo de Kamala, pero para ella su hija aún era muy joven para casarse. Sin embargo, los largos malestares y el temor de dejar a su hija sola, al final de sus días le comparte a Indira sus apreciaciones sobre el matrimonio y por qué Feroze era un buen candidato.

Durante el matrimonio tuvieron dos hijos, largas lejanías y disputas. Indira ganaba más protagonismo en la política y su padre le pedía, recurrentemente, ayuda, compañía y opinión. Esto fue lo que provocó que la pareja se distanciase por largos periodos y finalmente, a pesar de no llevar la situación por la vía legal, se separaron. Aun así, se acompañaron en los momentos complejos. Por ejemplo, cuando Indira fue hospitalizada por cálculos renales, y en los últimos días de Feroze, cuando a sus 40 años (08/09/1960) sufrió un segundo ataque cardiaco que primero lo dejó hospitalizado y a los días falleció, siempre en compañía de su exesposa.

 

Indira y la independencia de India

India es un país relativamente nuevo. Independiente de la Corona Británica desde 1947, tuvo varios actores involucrados en esto, por ejemplo, el padre de Indira y también Mahatma Gandhi.

De hecho, la forma pacífica en la que protestaba el Mahatma llevó a que el abuelo de Indira donara su casa para que ahí se reunieran todas las personas que buscaban la independencia del país. Por eso desde pequeña Indira participó de estas instancias. Y desde los 13 años, aproximadamente, le dieron tareas consideradas menores, pero que libraban la agenda de los adultos, por ejemplo, envío de correos, compras de comida y cuando las protestas eran reprimidas, en la cura de las personas que resultaban heridas.

Ya en la adultez, y luego de la independencia del país, y con su padre como primer ministro, le acompañó en distintos viajes.

Una joven Indira acompañando a su padre Jawaharlal Nehru, Primer Ministro de la India.

 

Indira en el gobierno indio

Durante la primera magistratura de su padre, ella estuvo dentro del Partido del Congreso, y también asumió como ministra de Información y Radiodifusión.

Al fallecer su padre, otro momento duro para Indira, sigue en sus funciones como ministra. Le ofrecieron eso sí, reemplazarlo. Pero rechazó la propuesta. Consideraba no estar lo suficientemente preparada, por lo que asume Lal Bahadur Shastri. Pero al poco tiempo, este fallece de manera repentina, por lo que se ve en la obligación de aceptar lo que rechazó anteriormente, asumiendo como primera ministra el 19 de enero de 1966.

En su primer periodo (1966-1977), varios creyeron que sería una persona fácil de manejar. Pero sorprendió a muchos y enojó a otros, demostrando que ella asumiría el cargo y todas las responsabilidades, sin que nadie la pasara a llevar.

Tuvo que enfrentarse con varias situaciones, tanto dentro como fuera de su país, durante sus dos mandatos (su segundo gobierno ocurre entre 1980-1984).

Respecto a temas políticos que debió resolver, los hubo limítrofes, de relaciones exteriores y sociedad civil. Por ejemplo, la disputa con Pakistán, conflicto que se arrastró desde que India buscó la independencia y lo logró. También problemas con China, ya que en la década del 50 varios monjes budistas fueron acogidos en India, luego de que el gigante asiático anexara al Tíbet como propio. Un tercer problema, el que la llevó a su deceso, fueron las diferencias culturales – religiosas que experimentaba el país, y que se arrastraban desde mucho antes de que pudiera lograr la independencia.

Como primera ministra, en ambos periodos, siempre quiso dejar en claro que ella respetaba todas las religiones y la forma en la que se profesaban. Ella no era religiosa, pero la devoción de su madre y la convicción de una convivencia pacífica fue suficiente para que ella propiciara la vida en armonía de estas creencias tan disímiles que tenía la India.

Indira Gandhi en un encuentro diplomático junto a John F. Kennedy.

Otro tema que preocupó mucho a Indira fue el desarrollo agrícola de su país. Pensando primero en lo recolectado como una forma de mantener a la población con comida y también a las fuertes sequías a las que se vio expuesto el país.

Pero ¿por qué terminó el primer mandato de Indira? Para esto, hay que retomar un punto importante en la vida de Indira, la familia.

Así como su padre le consultó en sus últimos días y también depositó en ella varias responsabilidades, Indira hizo lo mismo con su hijo mayor, Sanjay.

Todo empezó en 1975, cuando un candidato denunció a Indira Gandhi por varios motivos, uno de ellos, el uso de recursos públicos para las campañas. A pesar de que el Tribunal Constitucional no consideró la mayoría de los alegatos, sí la halló culpable de prácticas electorales deshonestas. Por lo que en la región empezaron las protestas y disturbios. E Indira, para restaurar el orden, decidió declarar estado de emergencia, con lo que llegaron los arrestos políticos, la censura en la prensa y varios excesos más.

Se impuso el régimen presidencial en los estados que eran de oposición al gobierno y así empezó una especie de dictadura, mientras también se realizaba el programa de cinco puntos de su hijo Sanjay (Educación para adultos, abolir la dote matrimonial, planificación familiar que permitía sólo dos hijos por familia, erradicación del sistema de castas y reforestación)

Parte de este programa de gobierno tenía relación con temas como la sequía, el cultivo y también con desacelerar el crecimiento de la población. Esto último fue lo que a futuro le trajo problemas a Indira, ya que se acusó de muchos excesos, entre los cuales destacaba la esterilización forzada.

En 1977 volvió la tranquilidad social, e Indira decidió llamar a elecciones y levantar el estado de emergencia. A esa altura, la desaprobación a nivel nacional era muy alta por lo que, finalmente, no siguió siendo primera ministra y asumió toda la responsabilidad de lo que pasó durante su periodo.

Luego de su salida de la esfera pública, los políticos opositores, incluso los de su propio partido, buscaban sepultar su figura política de manera definitiva, iniciando investigaciones y juicios de los cuales, de cierta manera, salió airosa. Estas situaciones les significaron, a las autoridades de la época, que la opinión pública e internacional pensara que no había una búsqueda de justicia, sino de venganza. Además, hubo varias situaciones en India que hicieron posible que la opinión pública volviese a congraciarse con quien fue su primera ministra, tanto así que volvieron a elegirla para un segundo periodo.

Una de estas situaciones fue, por ejemplo, la disputa civil entre la población de Belchi, que hizo que Indira fuese de inmediato a prestar ayuda hospitalaria y alimentaria.

Dentro de este segundo periodo de Indira, algunos problemas nuevos se presentaron. A nivel internacional, la Guerra Fría más palpable que antes. De hecho, se complejizaron más aún sus ya tensas relaciones con China, Pakistán y Estados Unidos.

En lo personal, sufrió la pérdida de su hijo Sanjay a mediados de 1980. Sumida en el dolor, le pidió a la nuera, Maneka, que sea su secretaria; pero la otra nuera, esposa de su hijo Rajiv, le aconseja que no lo haga. Así se establece una disputa familiar entre Indira y su reciente nuera viuda que llega al mundo político, ya que años después Maneka Gandhi se sumaría a las filas opositoras a Indira.

Este nuevo periodo también estuvo marcado por la sequía y las disputas religiosas entre los distintos grupos que coexistían en la India, lo que también sumaba problemas sociales entre las personas del lugar.

Respecto a la radicalidad que existió sobre lo religioso, alcanzó su punto cúlmine en Punjab, cuando grupos extremistas relacionados con los sikh se establecieron en el Templo de Oro y desde ahí, generaron una desestabilización social, ya que se volvieron frecuentes las detenciones en contra de la población organizada sikh.

Las autoridades indias tenían conocimiento de armamento de grueso calibre dentro del Templo de Oro, lo que llevó a que Indira resolviera la situación con personal militar. Fueron días de enfrentamiento en los que lograron detener a varios radicales sikh, pero también hubo víctimas fatales, sobre todo de la población civil del lugar.

Como gobierno consideraron que era el mejor resultado esperable. Y como última recomendación, le propusieron a Indira que despidiera a todas las personas sikh que estuviesen cumpliendo funciones públicas, sobre todo en temas de seguridad. Sin embargo, ella se negó, ya que tenía que consideraba que ella debía ser el primer ejemplo sobre la convivencia de estas religiones.

Una muerte anunciada

Lo anterior llevó a que el 31 de octubre de 1984 Indira fuera asesinada por dos de sus guardias que profesaba la religión sikh. Quienes luego de ser identificados y procesados, fueron ejecutados. La muerte de la primera ministra no solo provocó pena en su pueblo, lo que significó disturbios y protestas por la forma en la que falleció, sino que causó consternación a nivel mundial.

El periódico ecuatoriano “El Universo” relató lo siguiente en la portada del ejemplar del 1 de noviembre de 1984: “Indira Gandhi murió asesinada. La primera ministra de la India, Indira Gandhi, presidenta del Movimiento de los Países No Alineados, fue asesinada ayer en las afueras de su hogar por dos militantes sikhs, miembros de su propia guardia de seguridad, con una lluvia de 16 balazos que le alcanzaron el estómago y el pecho. Su hijo, Rajiv, de 40 años, horas después tomó juramento del cargo convirtiéndose en el sexto primer ministro de India, en momentos en que se producían graves hechos de violencia de hindúes contra los sikhs, una secta religiosa fundada en el Siglo XV. Gandhi había sido amenazada de muerte precisamente la noche del martes, en una reunión pública, había declarado que “aún si muero al servicio de la nación, estaré orgullosa de ello. Cada gota de mi sangre contribuirá al engrandecimiento de este país”, dijo.

Indira Gandhi, de 66 años, líder de la más populosa democracia en el mundo, con 720 millones de habitantes, fue acribillada mientras caminaba desde su residencia a su despacho para entrevistarse con el actor británico Peter Ustinov. Un guardia sikh abrió fuego con un revólver y “ella trastabilló y cayó” dijo su secretario de prensa Sharda Prasad. El segundo guardia vació entonces su metralleta sobre la mandataria”[2].

 

 

 

Su visita a Chile

Indira Ghandi llegó a Chile el miércoles 2 de octubre de 1968, procedente de Buenos Aires, Argentina, como parte de una gira latinoamericana. La iniciativa fue promovida por nuestro país y acogida por ocho países más del continente, con el objetivo de estrechar lazos amistosos, generar intercambio comercial y expansión económica.

En el Aeropuerto Pudahuel Indira Gandhi fue recibida por el Ministro de Relaciones Exteriores, Gabriel Valdés y autoridades del poder legislativo, la Iglesia Católica y el Alcalde de Santiago, Manuel Fernández. Durante los cuatro días que permaneció en nuestro país se hospedó en el céntrico Hotel Carrera (actual edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores). El presidente Frei Montalva se reunió con ella durante la tarde del mismo día de su llegada en el hotel.

Dentro de una completa agenda de actividades que realizó en nuestro país, fue nombrada Huésped Ilustre de la Ciudad de Santiago, colocó una ofrenda floral en el monumento a Bernardo O’Higgins, se reunió con el Cuerpo Diplomático en Santiago, y el mismo día de su llegada el Presidente Frei ofreció un banquete de honor a su comitiva. Al día siguiente visitó el Palacio de los Tribunales y realizó una particular actividad: plantar un árbol en la Plaza República de la India, ubicada hasta el día de hoy en el sector de Pedro de Valdivia Norte, Providencia. Junto con esto visitó la Escuela Municipal N°1 de Las Condes, conoció Viña del Mar y realizó una concurrida conferencia de prensa en el Hotel Carrera.

Indira Ghandi terminó su visita el sábado 5 de octubre de 1968, cuando tomó un avión rumbo a Colombia para continuar con su gira latinoamericana. Si bien no se lograron acuerdos concretos entre ambos gobiernos, salvo la firma de un Convenio de Cooperación entre ambos países, la visita de Indira Ghandi fue uno de los logros diplomáticos de la administración de Frei Montalva, la cual se caracterizó por establecer una firme visión de política exterior de apertura de Chile hacia al mundo, demostrando asimismo la consistencia de la política exterior que trazó el presidente con el apoyo del Canciller Valdés. [3]

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Referencias


 

[1] Feroze Gandhi no tiene ninguna relación filial con Mahatma Gandhi.

[2] https://www.eluniverso.com/noticias/2016/08/29/nota/5765436/1-noviembre-1984/

[3] Extracto texto “Destacado del Mes: La mujer del país continente” marzo 2014 https://www.casamuseoeduardofrei.cl/wp-admin/post.php?post=9273&action=edit

 

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