Boris Pasternak: símbolo de la Guerra Fría cultural

2 de diciembre de 2019

En 1958, Boris Pasternak se convirtió en el segundo escritor de nacionalidad rusa que ganó el Premio Nobel de Literatura, pero la crisis sociopolítica europea tras la Segunda Guerra Mundial impidió que aceptara el galardón. En diciembre, Casa Museo EFM recuerda al creador de Doctor Zhivago, uno de los escritores y poetas más celebrados de la literatura rusa contemporánea.

NIÑEZ TRAS BAMBALINAS

Nacido en Moscú el 10 de febrero de 1890, desde niño vivió en un ambiente lleno de cultura e intelectualidad. Su padre pintor y su madre pianista vivían con constantes visitas ilustres, como por ejemplo las del editor P. P. Kanschalovski o, ya en su adolescencia, las de León Tolstoi, entre otros.

Boris retratado en 1910 por su padre Leonid © Wikipedia Commons

Sus primeros recuerdos varían entre la euforia y el susto[1]. El primer impacto de su vida con la música fue durante una presentación de su madre en un recital junto a otros músicos. La familia ya llevaba un tiempo viviendo en un departamento que se solía entregar como beneficio al director de la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura. Esa noche, entre las notas que él ya conocía desde hace semanas al oír a su madre ensayar y practicar, despertó de golpe y llorando. Los adultos presentes y el público del recital recién escucharon al pequeño Boris cuando el concierto terminó y, al sentir el llanto del pequeño, la madre fue por él y lo llevó en brazos hacia los asistentes. Fue así que Boris se mezcló con el mundo de la cultura desde muy temprana edad.

Ya más grande, Pasternak escuchó atentamente las conversaciones que su padre Leonid mantenía con diversos intelectuales de la época, como el músico Aleksandro N. Scriabin, que la familia conoció al convertirse en vecinos arrendando una casa en el campo.

Gracias a estos encuentros, Boris escuchó como Scriabin componía en un piano: “¡Señor, qué música! La sinfonía se derrumbaba y hundía sin desaparecer, como una ciudad bajo salvas de artillería, y resurgiendo de los escombros se rehacía completa”[2].

Esta pasión que oía en las tonadas de Scriabin, llevó a que de los 12 a los 18 años se dedicara a estudiar los fundamentos teóricos de la composición.[3]

Contó con el apoyo de sus padres, también de quienes se inspiró por esas ganas de tocar piano. Además, sus compañeros de clase le ayudaban cuando él pensaba en música en lugar de poner atención a las materias que dictaban los profesores. Sin embargo, antes de los 20 años, se dio cuenta que cada vez más se le dificultaba dominar la ejecución musical. En adelante, decidió que solo jugaría a tocar algunas notas.

UNA NUEVA RUSIA[4]

El trabajo intelectual de Pasternak se desarrolló en un clima político complejo. Luego de la revolución de 1917, Rusia se convirtió en un lugar culturalmente distinto al que era antes. Tras de la victoria de los bolcheviques, el país construyó una identidad basada en el trabajo del proletariado y la vida en comunidad.

Pasternak y su familia en os años 1920 © Wikipedia Commons

Antiguamente en el siglo XVIII, Rusia veía a Europa como un modelo a seguir: la aristocracia local solía hablar en francés, seguían algunas costumbres inglesas y enviaban a sus siervos o sirvientes a escuelas y cortes de esas tierras a que aprendiesen música, arte y cocina, entre otras disciplinas. Tampoco existía una lengua rusa propiamente tal, dado que las diferentes regiones del territorio poseían sus propios dialectos, por lo que la literatura principalmente contenía influencias del canon europeo.

Ya en el siglo XIX, la figura del campesino se volvió central en la literatura e imaginario social ruso. Se le ve como un personaje que posee una sabiduría única, cuyo trabajo, que realizaba con sus manos, engrandecía su persona. Así, los intelectuales y la élite de la época volcaron su mirada al campo y a la vida agraria, enalteciendo un cotidiano mucho más sencillo.

A pesar de numerosos cambios realizados por la élite y aristocracia, el siglo XX habló sobre el proletariado, la igualdad entre los rusos y el cambio hacia un nuevo estilo de vida en comunidad.

Cuando Rusia se convirtió en la Unión Soviética el arte cambió su rol para estar al servicio de un nuevo propósito: la construcción de una nueva sociedad. No era el momento para ser subjetivo, menos en el arte. Este tenía que estar para la gente, para los discursos, para enseñar cuál era la manera correcta de vivir. Mostrar individualidad significaba un acto contrarrevolucionario.

Dentro de la Unión Soviética, Pasternak decidió adecuar su arte al nuevo modelo impuesto por las autoridades rusas, mientras que varios de sus conocidos prefirieron huir. Sin embargo, a pesar de quedarse y seguir las reglas, los servicios de inteligencia lo mantuvieron vigilado.

JUSTICIA EN MEDIO DEL CAOS

Dicha vigilancia se dio probablemente por lo que Pasternak confesaba a otro escritor amigo y también nacido en el Imperio Ruso, Isaiah Berlin, sobre la ayuda que pudo (o no pudo) brindar a sus amigos.

Pasternak en la década de 1930 © Wikipedia Commons

Varias de sus amistades decidieron quedarse en la Unión Soviética, pero también eran perseguidas, ya que el régimen las consideraba un peligro. En algunos casos más sencillos Paternak habló a favor de los perseguidos; en otros, cuando se hicieron arrestos de parejas e hijos de los supuestos culpables de traición, para que así confesaran todos los delitos, Pasternak ayudaba averiguando, por ejemplo, a qué campo de trabajos forzados habían sido enviados.

Y cuando sus amigos habían dejado la Unión Soviética, pero por distintos motivos decidían volver, los ayudaba encontrándoles un lugar donde vivir, algún trabajo o algo para comer. A pesar de regresar por extrañar su patria, ellos eran tratados como traidores o espías, tanto por el régimen como por la comunidad en general, que los excluía totalmente para no ser vinculados con los posibles conspiradores.

No solo Berlin, si no varias personas que conocieron al ganador del Nobel consideraban que era entregado en sus relaciones de amistad, arriesgándose por ellos, Pasternak le confió a Berlin que sentía que no hizo suficiente. Este era un tema al que recurría constantemente. Y la culpa, o esta responsabilidad que se adjudica, era algo presente en la vida de Pasternak. Desde pequeño, al pensar en la mortalidad de sus padres, se decidió a “librarlos de las torturas del infierno realizando algo extraordinariamente luminoso y sin precedentes”.[5]

EL NOBEL

En plena Guerra Fría, en 1958, Pasternak es ganador del discurso que pronuncia el secretario permanente de la academia sueca, dice que es merecedor de esta distinción “por su notable logro en la poesía contemporánea y en el campo de la gran tradición épica rusa”[6]

Después del comunicado oficial, Pasternak respondió a la academia agradeciendo el premio reconociéndose honrado, impresionado e inmensamente agradecido.[7] Pero a los días que le siguen a este telegrama, envía otro en el que dice: “Considerando el significado de este premio que me ha sido entregado por la sociedad a la que pertenezco, debo declinar de este inmerecido premio que me ha sido entregado. Por favor no reciban mi poco placentero rechazo”.[8]

La academia sueca de igual forma anunció que la negativa no altera la validez de la distinción y que con pena, no se realizará la presentación del premio.

¿La razón para que Boris Pasternak rechazara el Nobel? La presión de la Unión Soviética, en esos años, Guerra Fría, estaba en pleno funcionamiento. Estas dos fuerzas políticas representadas por la URSS y los Estados Unidos provocaba que cualquier señal internacional significara una inclinación hacia la supremacía de alguna de estas. Y este hecho no fue la excepción.

Incluso algo similar sucedió 25 años antes con otro escritor de lengua rusa: Iván Bunin. Luego de la revolución de 1917 este autor decidió quedarse de manera permanente en París, hasta el día de su muerte, en 1953. En este caso, el contexto político se lo entregan los otros intelectuales que migraron desde lo aún era el Imperio Ruso hacia otros lugares de Europa: lo veían como un reconocimiento a la “verdadera Rusia”.[9]

Postal de la Unión Soviética que celebra os 100 años de Boris Pasternak con un sello preimpreso de 4 kopeks © Wikipedia Commons

Otras teorías explican que en realidad la postulación de Pasternak al Nobel fue un trabajo por parte de la CIA, de los Estados Unidos. A pesar de que en el discurso del secretario se habla de la obra poética del autor, Boris se hace conocido después de 1957, cuando se publica Doctor Zhivago en Italia. Y hay notas de prensa que hablan de una desclasificación de documentos en los que se comenta que este organismo de inteligencia estadounidense participó en la difusión de la novela[10].

La obra por la que se le atribuye el Nobel a Pasternak se centra en la época de la Primera Guerra Mundial y la Revolución de 1917. Trata sobre el joven médico Yuri Andréyevich Zhivago y sus encuentros y desencuentros en el amor. Luego de la publicación y el Premio Nobel, en la Unión Soviética prohibieron la novela durante años, por no cumplir con los requisitos colectivos que necesitaban que tuviese cualquier pieza de arte. Tuvieron que pasar 30 años para que se publicara la aquella obra en la Unión Soviética y 31 para que su hijo, también poeta, recibiera el Premio Nobel[11] que debió rechazar en octubre 1958[12].

Después del escándalo del Premio Nobel, Boris Pasternak falleció de cáncer al pulmón en mayo de 1960. Fue enterrado en el cementerio de Peredelkino, lugar de peregrinación de sus admiradores[13].


[1] Pasternak, Boris. Yo recuerdo. Editorial Andrés Bello. Chile. 1992.
[2] Ibid.
[3] Ibid.
[4] Toda esta información aparece en el libro El baile de Natacha. Una historia cultural rusa, de Orlando Figes (Edhasa, 2012).
[5] Pasternak, Boris. Yo recuerdo. Editorial Andrés Bello. Chile. 1992.
[6] https://www.nobelprize.org/prizes/literature/1958/summary/
[7] Ibid.
[8] Ibid.
[9] Orlando Figes. El baile de Natacha. Una historia cultural rusa. Edhasa. España. 2012.
[10] https://es.rbth.com/cultura/2015/02/10/7_episodios_de_la_vida_de_boris_pasternak_47159
[11] Ibid.
[12] https://www.nobelprize.org/prizes/literature/1958/summary/
[13] https://www.alohacriticon.com/literatura/escritores/boris-pasternak/

 

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