Este 16 de octubre la revolucionaria empresa de animaciones, que ha marcado la infancia de generaciones, cumple su primera centena y desde Casa Museo EFM queremos recordar algunos de los hitos más icónicos de la organización fundada por los hermanos Disney.
En el aniversario número 100 de la fundación de la compañía que creó Walt Disney un 16 de octubre de 1923, deseamos repasar la historia de esta empresa, que comenzó como un estudio de animación que crecería para convertirse en un imperio, con su reino materializado en el emblemático parque diversiones de Florida.
En octubre de 1923, Walt junto a su hermano Roy y un amigo de juventud, Ub Iwerks crearon Disney Brothers Studio (que luego pasó a ser The Walt Disney Studio) en el estado de California. Antes eso sí, Walt creó Laugh-O-Gram Studio, en su natal Kansas, pero este estudio fracasó, y fue lo que le motivó a planear toda una nueva vida en California.
Uno de sus primeros trabajos, que fue un éxito, fue la serie “Alicia”. Varios cortos en los que mezclaron animación y personas reales. Todo inspirado en la popular historia de Lewis Carroll.
Alrededor de cuatro años crearon historias con esta niña que llegaba a un lugar mágico, las que fueron exhibidas en distintas salas.
Pero al parecer Walt quería también hacer algo distinto, un personaje que fuera recordado, que fuera a lo mejor el símbolo del estudio. Así, en 1927 Walt y Ub crearon a Oswald, el conejo de la suerte.
¿Por qué un conejo? Porque ya existían muchos gatos. Por ejemplo, estaba Félix, y el estudio de Walt también tenía uno en las historias de Alicia.
La idea de Oswald y sus historias funcionó y Universal, que en esos años funcionaba como distribuidora, comenzó a exhibir los cortos en distintas pantallas. Pero como suele suceder en el mundo de los negocios, al encontrarse en un desacuerdo al renovar los contratos correspondientes, la distribuidora reclamó los derechos del personaje, quedándose con el conejo. Por lo que nuevamente Walt y Ub se vieron en la necesidad de crear otro personaje.
Así que luego de un tenso proceso creativo, en el que decidieron realizar algunos cambios a su otrora conejo de la suerte, como cortar las orejas, darle más barriga y tomar en cuenta la opinión de la esposa de Walt sobre el nombre que habían elegido y que ella detestaba (Mortimer), llegaron al dibujo animado que hoy es la cara de la compañía y probablemente el personaje más reconocido de esta, el querido ratoncito, Mickey Mouse. Desde ese momento podemos reconocer ese par de orejas y a varios de sus amigos, como el Pato Donald, Minnie Mouse, Pluto o Tribilín.
Con el corto Steamboat Willie, en el que sincronizaron música y efectos de sonido, tuvieron otro éxito. Y el día de la premiere en Nueva York, el 18 de noviembre de 1928 eso quedó demostrado.
En la siguiente década siguieron los éxitos, por ejemplo, con el corto de animación Flowers and Trees (1932) que fue ganador de un Oscar, pero también aparecieron los problemas. El más grave en ese momento, el deterioro de la relación entre Walt y Ub provocando que el último dejara la compañía en el año 30. Según fuentes familiares, el problema fue por la falta de crédito por las creaciones de Ub. Pero este quiebre duró solo 10 años. En la década del 40 Iwerks volvió a Disney Studios pero para trabajar esta vez en efectos especiales.
Otro sueño que a Walt le tomó tiempo concretar fue la primera producción de un largometraje animado.
En 1933 ya tenía en su cabeza llevar a la pantalla una adaptación de un clásico cuento de los hermanos Grimm: Blancanieves y los siete enanitos.
Encontró varios detractores, entre ellos su propio hermano, pensando que, en el peor escenario, llevaría el estudio a la quiebra. Fue tanto que hasta el día de hoy se le conoce a esta idea como Disney’s Folly, lo que en español sería la “locura de Disney”. Ya que parte de la compañía pensaba que nadie iría a ver una animación que durara casi una hora y media. Vaticinaban un gran fracaso.
El costo de toda la película fue de un millón y medio de dólares, algo impensado en esos años. Durante 1938 fue la película más exitosa y en mayo de 1939 ya tenía ganancias por sobre los seis millones de dólares.
Walt Disney se casó en 1925 con Lilian Bounds y tuvieron dos hijas: Diane y Sharon. Durante un paseo familiar en Griffith Park, Walt tuvo otro sueño: un lugar en el que tanto los adultos como los niños pudieran divertirse y disfrutar juntos.
En esa época existían los parques de diversiones como el que visitó con su familia en Griffith Park. En ellos las familias podían subirse a un carrusel, comer algo; como palomitas de maíz y ver a algunas personas montando algún tipo de espectáculo.
Pero Walt quería otra cosa: un lugar en el que también podrían estar sus creaciones a la mano, palpables para todas las personas que veían sus historias en las pantallas. Y en 1955 Walt cumplió su sueño con Disneyland.
En noviembre de 1966 a Walt le fue diagnosticado cáncer de pulmón, por lo que le aplicaron terapia de cobalto. El 30 de noviembre, se sintió mal y fue ingresado en el Hospital Saint Joseph de Burbank, California. El 15 de diciembre falleció como consecuencia de una insuficiencia circulatoria provocada por el cáncer de pulmón, a la edad de 65 años.
Hoy en día lo que partió como un sueño descabellado en la cabeza de dos hermanos y un amigo, de animar dibujos y crear universos a partir de ellos, es un imperio mediático con influencia en todo el mundo, que maneja franquicias enormes como Marvel Studios, Star Wars, Pixar, ESPN, entre otras. Un imperio que sigue reinventándose y escribiendo la historia y que tal como partió, aún hace soñar a niños de múltiples generaciones, credos y etnias alrededor del globo con sus producciones y con visitar su mágico reino en Florida, conocido en el mundo entero como Disneyland.
Referencias
Fotografías
Toda la información que acompaña a cada fotografía fue extraída de las notas de prensa que están en internet y son parte de las fuentes de este texto.
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