Destacado del Mes: Margaret Roberts, antes de ser Margaret Thatcher.

2 de octubre de 2025

Este mes de octubre recordamos a una de las mujeres más influyentes del siglo XX: Margaret Thatcher, la primera mujer en convertirse en primera ministra del Reino Unido, figura que permaneció más tiempo en el cargo durante el reinado de Isabel y que hasta hoy es un ícono admirado y polémico de la política mundial. Fallecida en 2013, Thatcher marcó un estilo propio, caracterizado por la firmeza, la austeridad y la determinación.
A 100 años de su nacimiento, revisamos su vida antes de llegar al poder y cómo comenzó su camino en la política.

 

Infancia en Grantham

Margaret Hilda Roberts nació el 13 de octubre de 1925 en Grantham, Inglaterra, en el seno de una familia trabajadora. Fue la segunda hija de Alfred Roberts y Beatrice Stephenson. Mientras su madre se dedicaba a la costura, su padre fue comerciante y más tarde dueño de una tienda que también funcionaba como oficina de correos. Alfred, además destacó como líder local y llegó a ser alcalde de Grantham (1945-1946). Su influencia política y sus lecturas constantes de historia y política marcaron profundamente a Margaret.

Durante su infancia, la joven Margaret combinaba el colegio con las actividades de la Iglesia Metodista y el apoyo en el negocio familiar. Su educación se realizó en la Kesteven & Grantham Girls’ School, donde sobresalió como estudiante aplicada y obtuvo una beca, aunque sus padres pudieron financiar sus estudios.

La huella de la guerra

La familia Roberts vivió los efectos de los conflictos mundiales. Alfred fue marcado por la Primera Guerra Mundial, mientras que Margaret lo fue por la Segunda. Demasiado joven para enlistarse en labores de apoyo, siguió el desarrollo de la guerra a través de la radio y los discursos de Winston Churchill, llegando incluso a trazar en un mapa los movimientos de las tropas.

En 1943 ingresó a la Universidad de Oxford para estudiar Química, obteniendo su licenciatura en 1947. Sin embargo, su verdadero despertar ocurrió en el ámbito político, al integrarse desde su primer año a la Asociación de Conservadores de Oxford, en un contexto universitario mayoritariamente inclinado hacia la izquierda.

Primeros pasos en política

En dicha universidad, Margaret descubrió su vocación: la política. Se involucró en debates, actividades sociales y religiosas, pero fue su militancia conservadora la que marcó su rumbo. Tras graduarse, trabajó como química y más tarde estudió Derecho, convencida de que necesitaba una formación más afín a su carrera política.

En 1949 fue presentada como candidata conservadora en Dartford, un distrito de tradición laborista. Allí conoció a Denis Thatcher, empresario y futuro esposo, con quien se casó en 1951. Aunque perdió sus primeras elecciones parlamentarias, sus campañas fueron valoradas por la disciplina y la seriedad de su trabajo. Finalmente, en 1959 ganó un escaño en el distrito de Finchley, iniciando así su carrera parlamentaria.

De ministra a primera ministra

Lo más recordado de ese periodo fue la polémica que se provocó cuando decidió eliminar la política pública que le entregaba leche gratuita a los niños. Esta decisión la tomó porque, apegada a sus principios, consideraba que el gasto estatal debía disminuirse. Con los años reconoció que pudo haber sido una mala idea, ya que el beneficio político y económico era bajo si se le comparaba con los problemas que le trajo a su imagen política. A pesar de ello su carrera avanzó a grandes pasos.

En 1979 alcanzó el cargo de primera ministra del Reino Unido, convirtiéndose en la primera mujer en la historia del país en asumir este rol. Su gobierno se caracterizó por la reducción del gasto público, la privatización de empresas estatales y su dura postura frente a los sindicatos. En política exterior destacó por su estrecha relación con Ronald Reagan y su rol en la Guerra de las Malvinas (1982).

Fue en este periodo que un medio soviético la apodó “La Dama de Hierro”, un nombre que la acompañaría hasta su muerte.

El ocaso y legado

Tras once años en el poder, Thatcher dejó el cargo en 1990, debilitada por tensiones internas dentro de su propio partido. Continuó como parlamentaria hasta 1992, cuando se retiró definitivamente de la política activa. En los años siguientes escribió memorias, participó en debates internacionales y recibió numerosos reconocimientos.

Su vida personal también enfrentó pérdidas, ya que en 2003 falleció Denis Thatcher, su compañero de vida y en la última etapa de su vida sufrió deterioros de salud debido a accidentes cerebrovasculares. Finalmente falleció el 8 de abril de 2013 a los 87 años, siendo despedida con un funeral ceremonial con honores militares, tal como había solicitado.

 

Una figura para la historia

Margaret Thatcher sigue siendo una figura que provoca admiración y controversia. Para algunos, símbolo de determinación y liderazgo; para otros, responsable de divisiones sociales profundas. Lo cierto es que su vida —desde la pequeña Margaret Roberts en Grantham hasta convertirse en la “Dama de Hierro”— cambió para siempre la política del Reino Unido y dejó una huella imborrable en la historia mundial.

 

 

 

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