Objeto del mes: “Ustedes, jóvenes que han marchado…”

26 de abril de 2017

En mayo recordamos la Marcha de la Patria Joven, un acto que se dio en el contexto de la campaña presidencial de Eduardo Frei Montalva, y que reunió en el entonces Parque Cousiño de Santiago a cerca de trescientas mil personas provenientes del norte, centro y sur del país.

“Ustedes han traído una respuesta, respuesta que es una afirmación de fe frente a la duda, que es una afirmación de valor frente a la cobardía” (1). Con estas palabras Eduardo Frei Montalva dio la bienvenida a la multitud de chilenos que se congregó el domingo 21 de junio de 1964 en la elipse del entonces Parque Cousiño, hoy Parque O’Higgins, y que desde todo Chile llegaron a la capital para mostrar su apoyo al candidato para las elecciones presidenciales que se llevarían a cabo en septiembre de ese mismo año.

FB00011Esta manifestación política fue el acto con el que finalizó una innovadora iniciativa dentro de la campaña presidencial del Partido Demócrata Cristiano. Desde el comando central del partido — y con la ayuda de los dirigentes a lo largo del país — se convocó a que militantes y simpatizantes de dicha entidad, además de toda persona que quisiera apoyar a Frei en su candidatura, participaran de la llamada Marcha de la Patria Joven.

Germán Martínez Álvarez, dirigente de las Juventudes Demócrata Cristianas en la zona sur durante la década de 1960, cuenta que el mencionado comando nacional preparó dicha movilización para unir a la juventud chilena desde Arica a Punta Arenas y confluir en Santiago en un acto político de masas nunca antes visto en nuestro país (2).

La planificación contemplaba el desplazamiento de los participantes en un sistema de “postas”. Es decir, desde Punta Arenas viajarían en barco hasta Puerto Montt, haciendo escala en Aysén para sumar a los adherentes de esa zona. Ahí, describe Martínez, entregarían la tarea a los de Puerto Montt y ellos se devolverían. Desde allí saldría una nueva columna, pasando por Puerto Varas, Purranque, Río Negro, etcétera, hasta llegar a la ciudad de Osorno. Así sucesivamente, ciudad por ciudad, los participantes serían relevados por un nuevo grupo de jóvenes hasta llegar a Santiago (3).

El destacado escritor chileno Guillermo Blanco describe la iniciativa en su particular estilo como:
“…una de esas ideas disparatadas que a veces aparecen en el calor de una campaña política. Se trataba de emprender, desde distintos lugares del país, un vasto movimiento de muchachos, entre posta y caminata, que debía converger en la capital”(4).

De la misma forma se desplegaría la marcha de la gente del norte de nuestro país:

“Desde las históricas laderas del Morro de Arica partió el 21 de mayo otra gesta de la chilenidad. Héroes niños de la paz emprendieron la ruta de la pampa dura e inhóspita, movidos por la fuerza de un ideal y con la vocación del roto chileno”(5).

Portando banderas chilenas, pancartas y afiches de la candidatura, acompañados por el sonido del bombo que se transformó en un ícono de la columna, los jóvenes fueron recibidos con gran algarabía por los habitantes de las ciudades y los campos, que salieron a los caminos a alentar a los participantes de esta singular manifestación.
Sin embargo, y pese a que la organización de la marcha había instruido que esta avanzara en el sistema de postas, el entusiasmo de muchos jóvenes los llevó a recorrer el país desde sus ciudades de origen hasta Santiago, dejando de lado el relevo y caminando cientos de kilómetros para apoyar a su candidato a como diera lugar.

“A caballo y con poncho, Emilio Lorenzini y su gente se despidieron hace días de la lluvia y el viento de Aisén.
Llevan un mes en esto. Avanzando, recibiendo adherentes, quedándose allí donde fallaron las fuerzas o las posibilidades. Dos jóvenes de la columna Roto Chileno [de Arica] después de recorrer dos mil kilómetros, cayeron agotados ahí no más, en la Avenida Cumming, a pasos prácticamente de la meta. Han salido unos, se han incorporado otros”(6).

El camino para quienes se aventuraron a participar de esta marcha no fue fácil, ya fuera en un tramo entre ciudades o en el trayecto completo hasta Santiago. Considerando la geografía y la diversidad de climas de nuestro territorio nacional, esta se trata sin dudas de una muestra significativa del entusiasmo que generaba en la juventud la posibilidad de manifestar su apoyo a Eduardo Frei Montalva.

FB00870Cuando la columna se aprestaba a llegar a la capital, cuenta Germán Martínez, recibieron las invitaciones para la manifestación programada en el Parque Cousiño, además de los boletos en tren para asistir al evento(7). Por otro lado, al acercarse la fecha, los santiaguinos fueron convocados a recibir a sus compatriotas que venían en camino y sumarse al acto de cierre. Miles de jóvenes se embarcaron en tren a la capital, sumados a los marchantes que esperaban a las afueras de Santiago la noche del sábado 20 de junio.

Aquel domingo 21 de junio de 1964 la ciudad despertó con el desfile de las columnas de miles de jóvenes venidos de todas partes de Chile.

La Estación Central del ferrocarril se repletó de aquellos que llegaban del sur en tren. Afuera, en plena Alameda Bernardo O’Higgins, se sumarían a la columna de los venían de la zona poniente de la capital.

“…a paso de Parada como los viejos tercios desfilaron rumbo al Parque Cousiño, teatro de la gran cita ciudadana, al compás del bombo inconquistable…
…Y el Parque Cousiño se convirtió en una marejada humana palpitante…”(8)

Las cifras de quienes participaron en la caminata hacia Santiago no existen, sólo tenemos la estimación de los asistentes al parque ese domingo de junio y que bordea las trescientas mil personas. Aún no siendo los números exactos, la magnitud de este evento es enorme, y no en vano es considerada la mayor concentración política de su tipo en la historia de nuestro país (9).

Poco después del mediodía, Frei subió al escenario preparado para la ocasión. Muy emocionado, pronunció entonces uno de sus discursos más famosos:

“Pueblo de Chile: como en las antiguas gestas del descubrimiento de Chile, hemos tomado posesión de nuestra Patria, en este gran abrazo del Norte y el Sur.
Ustedes, jóvenes que han marchado, son mucho más que un partido, son mucho más que un hecho electoral. Son verdaderamente la Patria Joven que se ha puesto en marcha”(10).

En este acto masivo el candidato expuso su proyecto de gobierno que, en sus propias palabras, anuncia como una “revolución en la libertad”. Finalmente, el candidato se despidió con una voz vibrante que resonó por todo el parque, reiterando su emoción de verlos reunidos y agradeciendo su apoyo con una inolvidable y poética arenga…

“Yo veía que un niño venía corriendo y le decía a su padre: -¡Ahí vienen! ¡Ahí vienen! ¡Vienen desde Arica! ¡Cruzan Tarapacá! ¡Van por Concón, por Placilla! ¡Miren cómo montan sobre la Cuesta de Chacabuco! ¡Mire los otros, cómo pasan por Cancha Rayada, por Rancagua y llegan a Maipú! Padre, ¿quiénes son? ¿Son los demócratas cristianos?
-No, son más que eso…
-¿Son los freístas?
-No, hijo, mucho más que eso…
-¿Qué son, padre?
-Hijo, ¿no ves las banderas? Son los mismos, los del año 1810, los de 1879, los de 1891. ¡Son la Patria!
Sí, amigos míos, ustedes son eso. Son la Patria. ¡Son la Patria, gracias a Dios!” (11)

Con una gran ovación del público, el acto llegó a su fin, dejando para muchos la sensación de que el triunfo en las elecciones de septiembre era una posibilidad cada vez más cierta. La campaña que se desarrollaría durante los siguientes meses y las enormes muestras de apoyo que Frei iría encontrando en cada rincón de Chile contribuirían a reafirmar lo ocurrido aquella jornada de junio en el Parque Cousiño.

“No tardará la muchedumbre en repartirse, de vuelta por las calles de Santiago y después, algunos, por el resto del país. Muchos de ellos llevarán la sensación de haber asistido a un hecho especial, distinto. Los más exultantes sentirán que acaban de rozarse con la historia. Otros quizás se limiten a encontrar que fue ‘una buena concentración’, alentadora. Porque ya es hábito en Chile el juntarse así, festivamente, a expresar adhesión hacia una idea y hacia los hombres que asumen la esperanza de cada sector ciudadano.
Para un grupo, sin embargo, eso especial será muy especial y muy profundo…”(12)


Notas:

1. Discurso de Eduardo Frei Montalva en el Parque Cousiño el 21 de junio de 1964. En Dos discursos. Editorial del Pacífico. Santiago. p. 5
2. PDC Marcha de la Patria Joven [En línea]. <https://www.youtube.com/watch?v=1gt-ylshD_M>. Fecha de consulta junio de 2017.
3. Ibídem.
4. Blanco, Guillermo. Eduardo Frei. El hombre de la Patria Joven. Instituto Chileno de Estudios Humanísticos (ICHEH) y Editorial Aconcagua. 1984. p. 53
5. Campaña Presidencial 1964. Archivo Audiovisual Casa Museo Eduardo Frei Montalva [En línea]. < https://www.casamuseoeduardofrei.cl/archivos/audiovisual/>
6. Blanco, Guillermo. Óp. cit.
7. PDC Marcha de la Patria Joven. Óp. cit.
8. Ibídem.
9. Dos discursos. Editorial del Pacífico. Santiago. p. 3
10.Ibídem.
11.Pinochet de la Barra, Oscar. Eduardo Frei Montalva. Obras escogidas. Centro de Estudios Políticos Latinoamericanos Simón Bolívar. Santiago, 1993. P. 296
12.Blanco, Guillermo. Óp. cit. p. 58

 

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